El portavoz de Cultura del Partido Popular, Joan Marí Tur, acusó
ayer en el Pleno del Parlament a Damià Pons, conseller de Cultura,
de que la inversión que el Govern balear había hecho para la
conservación del patrimonio de las Pitiüses durante el 2000 era «la
propina de un magnate», y «una vergüenza» para unas islas con tanto
patrimonio, «algunos Patrimonio de la Humanidad».
Pons informó que, en total, el Govern había gastado en
conservación del patrimonio pitiuso «unos nueve millones». Las
partidas fueron para el Museu Etnològic de Formentera, la
necrópolis de Puig des Molins y en otros temas, por el «uno por
ciento cultural». El conseller afirmó que «con el señor Marí no hay
remedio y lo único que hace es trabajar su candidatura a la
presidencia del Consell Insular por el PP».
Asimismo, recordó al diputado ibicenco que tras el traspaso, por
una ley de 1994, del patrimonio histórico a los Consells, «sólo es
obligación del Govern las inversiones en los centros de los que
sigue siendo titular de gestión». Pons también apuntó que «no
caigamos en la trampa de hacer balance año tras años en temas en
los que hay que hacerlo en serie de años y luego realizar un
análisis comparativo. Por ejemplo, para este año hay una partida de
20 millones para la necrópolis de Puig des Molins».
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