EFE-CUENCA Los integrantes del «Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España» han comenzado a reflexionar sobre la seguridad y la forma de hacer frente a situaciones de emergencia en los cascos históricos de sus respectivos municipios, algo difícil de abordar dada su especial configuración urbanística. El grupo ha iniciado una reflexión sobre la seguridad y los planes de emergencia en los cascos históricos de sus municipios, un problema común a todos ellos, debido a que tienen «una estructura muy distinta a la del resto de ciudades y además muy complicada», según indicó hoy el presidente de esta asociación y alcalde de Cuenca, José Manuel Martínez Cenzano.

Cenzano recordó que hay calles en estas ciudades en las que no cabe una ambulancia o un camión del servicio de extinción de incendios y en las que la recogida de residuos hay que hacerla «en condiciones extraordinariamente penosas y en ocasiones a mano».

Por otra parte, señaló que no quiere entrar en polémicas con la «Asociación de Ciudades Españolas Patrimonio de la Humanidad», que les ha acusado de ser un grupo «elitista y cerrado» y añadió que «no nos metemos con nadie; lo único que queremos es trabajar». No obstante, afirmó que «si de nuestro trabajo se pueden deducir conclusiones que son aplicables también a otros entes territoriales, estaremos encantados de facilitarles toda la documentación y el resultado de nuestros esfuerzos y trabajos». En este sentido, señaló que están de acuerdo en que todas las ciudades que tengan monumentos declarados «Patrimonio de la Humanidad» se unan entre sí, pero advirtió que en el Grupo sólo pueden entrar las que tengan declarado su conjunto histórico como «Patrimonio de la Humanidad».