Las dos cantautoras continúan poniéndole música a la poesía en «Al entierro de una hoja seca van dos caracoles».

Las dos cantautoras continúan poniéndole música a la poesía en «Al entierro de una hoja seca van dos caracoles».

YAYO ÀLVAREZ05/03/01 0:00
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Las cantautoras Sílvia Comes y Lídia Pujol presentarán su segundo disco, «Al entierro de una hoja seca van dos caracoles», con un concierto en el auditorio de Sa Màniga de Cala Millor el próximo sábado. Este segundo trabajo llega tras la popularidad que alcanzaron con su álbum de debut, un gran éxito de ventas gracias al intenso boca a boca de sus incondicionales. Sílvia Comas dice que «durante los tres primeros años tocando juntas funcionamos sin tener disco en la calle. Cuando grabamos, había una gran expectación entre la gente que nos conocía.

Esto, unido a la potencialidad de un disco cantado en catalán y en castellano, hizo que las ventas fueran considerables». Precisamente, el bilingüismo de sus trabajos junto a la selección de poemas de poetas malditos y semimalditos de los siglos XIX y XX para sus letras, son los temas más recurrentes a la hora de tratar sobre su obra musical. La cantautora explica que «los textos que utilizamos en el primer disco provenían de diferentes espectáculos teatrales dedicados a Luis Cernuda o a la poesía americana de la generación beat en los que habíamos participado. Ya que entonces trabajábamos con una traducción al catalán de los poetas americanos, los hemos cantado en esta lengua».

Sílvia Comes apuntilla que «me considero muy bilingüe. Aunque canto en catalán, soy una amante del castellano y no por eso siento que cometo adulterio. Me da miedo el punto al que estamos llegando, ése de imponer algo como antes otros lo habían impuesto». En «Al entierro de una hoja seca van dos caracoles» continúan poniendo música a grandes poetas como Prevert, Walt Whitman, Oliverio Girondo, Luis Cernuda, Goytisolo o Gil de Biedma, alternando boleros, con pop-rock o jazz. La cantante catalana asegura que «algo que pudimos constatar durante los últimos años es que la poesía resulta más asequible con música.