«Me marché de la isla porque no podría bailar; como mucho dar clases»

«Yo bailaba desde pequeña; empecé con Ilenia Vilar. Me marché de la isla hace 13 años. Dudé entre Barcelona y Palma, pero opté por lo más cerca, porque, además, tenía más contactos y resultaba más práctico», explicó ayer a este periódico Mabel Ribas, quien compaginó sus estudios de Danza en el Conservatori de Palma con los de Derecho. «Al final terminé la carrera, pero no ejercí porque no me llamaba mucho, la verdad», reconoció. Sobre la posibilidad de desarrollar su vocación en Eivissa, Mabel Ribas es pesimista. «Vengo a menudo a la isla, pero no puedo volver para trabajar porque no podría bailar, sólo dar clases como mucho». Aún y así reconoce que «Eivissa ha cambiado culturalmente mucho en los últimos años; la oferta es bastante buena. Además, hay muchas cosas mejores que en otros sitios; por lo menos la gente, más abierta que la de Mallorca», apuntó. Aparte de su trabajo en Ciutat Dansa, Ribas trabaja «en una organización de óperas barrocas y conciertos de música clásica» de Fomento del Turisme.

La bailarina ibicenca señaló también que el espectáculo que presentan hoy en Can Ventosa «ha sido muy bien recibido en los distintos sitios que lo hemos llevado. La primera parte tiene una coreografía dentro de la técnica clásica, pero más actual»; en cuanto a la segunda, con la música de los «Preludis» que escribiera Chopin durante su estancia en Valldemosa, «es más en la línea de lo que hace Nacho Duato en la Compañía Nacional; otro tipo de danza contemporánea». Ciutat Dansa ya está preparando otro montaje, con música de Haendel.