El 250 centenario de la muerte de Johann Sebastian Bach fue el argumento del programa del concierto que ofrecieron ayer en la iglesia de Santo Domingo Jaume Solé y Josep Serdà. Los músicos catalanes interpretaron en su segundo concierto en el VII Festival de Música «Formentera i Eivissa Clàssiques», tras el que dieron en Formentera el viernes, las sonatas BWV 1027, 1028 y 1029 para viola de gamba y clavecín del genial compositor alemán.

La velada tuvo como broche el estreno mundial de «Bach, in memoriam», una composición de 13 minutos de Rafael Cavestany, quien ha dedicado la obra, escrita en Eivissa y por encargo de Jaume Solé, a los aficionados de la isla, en la que reside y trabaja desde hace varios años.

Entre los proyectos que tiene entre manos el compositor madrileño figuran una obra para flauta y arpa, que se interpretará próximamente en Moscú en un concierto representativo de la música española contemporánea; una composición para el ciclo «Un compositor, una obra», organizado por el Museo Thyssen de Madrid, y la obra sinfónicocoral Sinfonía del Apocalipsis», basada en el libro del Apocalipsis de San Juan. Esta última pieza, en la que está trabajando en estos momentos, es un encargo de la Fundació Àrea de Creació Acústica (ACA) de Mallorca para celebrar la llegada del tercer milenio.