Un punto negro indica en la imagen el lugar en que fue hallada el ancla en 1997 Foto: B. Trutman.

La Conselleria de Cultura del Consell Insular anunció esta pasada semana la finalización de la primera fase de restauración de un ancla del siglo XVIII hallada en aguas de Formentera, pero el particular que descubrió tan espectacular pieza en septiembre de 1997, Gerónimo Martín, discrepa acerca de la antigüedad del ancla.

Según Martín, los datos que ha podido recabar junto con otros amigos «fechan el ancla en la época del emperador romano Calígula. Es decir, que no es del siglo XVIII, sino que tiene casi 2.000 años». Las investigaciones que Martín ha efectuado con la ayuda de expertos náuticos y enciclopedias especializadas en la materia le han confirmado, asegura, que «todas las anclas tenían una denominación, un registro en función de quién la encargaba que impedía que ese modelo fuera copiado». El autor del hallazgo afirmó a Ultima Hora Ibiza y Formentera que «en base a la forma, las medidas y otros aspectos parece claro que el ancla es mucho más antigua de lo que el Consell Insular quiere hacer creer y no quiero que se disminuya el valor del hallazgo».

Otro argumento defendifo por Martín es el estado en el que se encontró la pieza: «Una prueba fehaciente de su antigüedad son las incrustaciones calcáreas del ancla que, por su grosor, no podían haberse depositado en 100, 200 o 300 años». Tras su recuperación del fondo del mar en 1997, Martín, quien en aquella época tenía un restaurante en el puerto deportivo Formentera Mar, hizo construir una piscina especial para colocarla y exponerla al público mientras iniciaba los procesos de restauración. «Circunstancias ajenas a mi voluntad -explica- impidieron que siguiera exponiéndola y restaurándola cuando ya había gastado mucho dinero, por lo que pensé que lo mejor era, para que no se perdiera, cederla al Consell».