Escombros acumulados en el patio del Castillo, agosto de 1999.

Escombros acumulados en el patio del Castillo, agosto de 1999.

Julio Herranz29/06/00 0:00
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El Consell Insular firmará próximamente un convenio con la Conselleria de Obras Públicas del Govern balear por el que esta entidad se compromete a financiar con 120 millones de pesetas entre este año y el que viene varias obras en el Castillo. La información la facilitó ayer la presidenta del Consell, Pilar Costa, en la rueda de prensa convocada para dar a conocer el estado de las obras de rehabilitación del conjunto, paralizadas desde finales del 98 y reanudadas, en la medida de lo posible, tras la toma de posesión del nuevo equipo en agosto del 99.

La situación del emblemático conjunto de Dalt Vila, según informó la presidenta y la consellera de Cultura, Fanny Tur, incluía la falta de techo en el edificio Poulet, con 12 puntos de penetración de agua; tiradas las arcadas de la Casa del Governador; problemas con Ferrovial, la empresa concesionaria de las obras, con la que el pasado 6 de mayo se acabó la relación contractual, ya que era inviable continuar con el proyecto de la primera fase de rehabilitación al no haberse realizado los estudios previos necesarios que marca la ley, y haberse descubierto nuevos restos arqueológicos; campañas arqueológicas parciales, y que no se contaba con ninguna documentación histórica sobre el recinto.

El actual equipo de gobierno del Consell ha realizado desde agosto de 1999 las siguientes actividades relacionadas con el Castillo: los informes arqueológicos, de georadar y geotécnico que manda la ley; cubrir el techo del edificio Poulet; el proyecto de rehabilitación de la Casa de sa Ciutat, cuyo coste asciende a 80 millones de pesetas; limpieza de los escombros acumulados en varias dependencias; colocar una valla de protección para las obras exteriores; y solicitar a todas las administraciones implicadas en la rehabilitación (Ayuntamiento de Eivissa, Consell Insular, Govern balear y Ministerio de Cultura) una prórroga de los plazos acordados para invertir las cantidades que aporta cada una hasta que no se redacte el nuevo proyecto global, acorde con los usos a que se destine el conjunto histórico, entre otras.