El violinista Josep Maria Alpiste visitó Eivissa esta semana para dar un curso en el Conservatori. Foto: VICTORIA MOLINA

El violinista Josep Maria Alpiste ha sido durante más de treinta años concertino de la orquesta del Gran Teatro del Liceo de Barcelona y en estos momentos está metido en un proyecto que le entusiasma, organizar un taller de ópera para esta emblemática institución catalana. Ha pasado unos días en la isla, invitado por la sección ibicenca del Conservatori de les Illes Balears para dar un curso «a diez alumnos activos más unos cuantos oyentes», con un total de 21 horas lectivas sobre su instrumento favorito, del que es un virtuoso.

Esta actividad, la docente, complementaria de la de intérprete, la considera Josep Maria Alpiste como un compromiso. «Yo llevo en la enseñanza muchos años. Creo que los que sabemos algo tenemos la obligación de transmitirlo, sobre todo cuando ves gente interesada, que quiere aprender, como es el caso de este grupo. Uno de los días hicimos siete horas seguidas de clase y se nos pasó en un momento; buena señal», explicó.

Un entrega que no considera para nada una carga; al contrario. «Ser músico ha de ser una cuestión vocacional total, como un sacerdocio, que requiere un gran sacrificio, una gran dedicación. Si no se tuviera esa vocación resultaría inaguantable», señaló Alpiste, quien aún no ha dado ningún concierto en Eivissa. «Creo que es la única isla en la que no lo he hecho, y estaría encantado si me lo pidieran. Estuve una vez como jurado de un concurso, hace muchos años.