Unos de los motivos florales descubiertos en la capilla d'en Rubió de la iglesia de Sant Miquel que serán restaurados en mayo. Foto: GERMÁN G. LAMA.

En la Comissió de Patrimoni del pasado lunes se decidió contratar este año a una restauradora para que haga catas en todas las iglesias rurales de las Pitiüses e intentar descubrir así pinturas murales. «Creo que nos podemos encontrar con alguna sorpresa agradable, como las halladas en la iglesia de Sant Miquel», señaló ayer la consellera de Cultura, Fanny Tur. Precisamente, la restauración de las últimas pinturas murales descubiertas en la capilla d'en Rubió de este templo el pasado mes de septiembre, con un presupuesto de 1.432.600 pesetas, comenzará el 2 de mayo y correrá a cargo de María Docavo Alberti, quien ya hiciera lo propio con las pinturas descubiertas en la capilla de Benirràs. Según explica el informe de Docavo, las pinturas de la capilla d'en Rubió «corresponden a la arquitectura que las soporta, pudiéndose datar en el siglo XVIII». «Representan dos cabezas de ángeles con motivos florales, si bien los restos de cal y las impurezas sobre la capa pictórica no dejan apreciar totalmente la composición». La restauradora destaca la importancia de estas pinturas, «que nos pueden desvelar costumbres y distintas manifestaciones del arte insular, por lo que el conjunto se hace merecedor de un estudio histórico más profundo». Tras señalar el delicado estado de conservación de dichas pinturas y apuntar que fueron realizadas «con la técnica del semifresco», la restauradora pasa a explicar con detalles «el tratamiento de restauración que devuelva la frescura y unidad a estas interesantes pinturas del siglo XVIII».