Carlos Santana, que este año ha conseguido 11 nominaciones a los Premios Grammy, recogió ayer en Madrid el Disco de Oro por las ventas de «Supernatural», un trabajo del que ha vendido en nuestro país 60.000 copias. Tras una espera de más de una hora en el Hotel Palace, este veterano guitarrista mexicano, que en 1969 tocó en el mítico Festival de Woodstock con la Santana Blues Band, habló ante los medios de comunicación sobre su último trabajo discográfico, sobre las nominaciones a los Grammy y sobre cuál es su concepto de la música. «Hoy en día hay mucha desgracia, rabia y violencia; y este disco es para recordar que venimos de la luz y volveremos hacia ella. Por dentro somos blancos y puros como la nieve y no importa lo que pase a nuestro alrededor, seguiremos siéndolo. Es un disco para aliviar, porque hay muchas víctimas en este mundo. Dios me usa, utilizando mi música para curar», afirmó sobre «Supernatural», un hombre que se define a sí mismo como «un músico de la calle y un espíritu rebelde, como el Che, Pancho Villa o el indio Jerónimo».

Santana, que ha vendido más de 30 millones de discos en todo el mundo y que ha actuado ante más de 13 millones de personas, quiere ampliar su público. «El mundo no pertenece a la gente de 17 o 27 años, sino a todos los que sientan algo en su corazón; por eso mi música busca el ser humano sin tiempo», concluyó.