La noticia de la aprobación a la inclusión de Eivissa en la lista
de Patrimonio de la Humanidad fue recibida en las Pitiüses con un
gran entusiasmo, aunque matizado, eso sí, por la cautela que se
impone hasta que la Unesco no pronuncie oficialmente su decisión,
que todavía puede tardar unos días en llegar, según fuentes
oficiales.
La presidenta del Consell Insular, Pilar Costa,
fue quizá la más prudente, al afirmar que «la noticia, de
confirmarse, provocaría una gran alegría». A pesar de la
insistencia de los periodistas, Costa no quiso ir más allá en las
declaraciones: «Si se confirma, será muy positivo», sentenció.
Por su parte, el presidente del Govern balear, Francesc
Antich, manifestó su entusiasmo por la decisión de la
Unesco: «Es una gran noticia, tanto para las Pitiüses como para el
resto de Balears, puesto que para una comunidad que vive
principalmente del turismo supone lograr una importante protección
para estas zonas», explicó. El presidente reconoce, además, que
esta declaración obligará a las instituciones a prestar «mucha más
atención» a los bienes señalados para que mantengan así intacta su
particularidad.
El senador por Eivissa y Formentera, Isidor
Torres, se sumó también a las felicitaciones con el deseo
de que este reconocimiento sirva para ayudar a «desestacionalizar
el turismo en las Pitiüses», un empeño en el que se han implicado
«distintos estamentos, tanto institucionales como empresariales».
El senador también quiso reconocer la labor del anterior equipo de
gobierno del Ayuntamiento de Eivissa "encabezado por el ex alcalde
Enrique Fajarnés", primer impulsor de la candidatura.
El conseller de Turisme de la máxima institución pitiusa,
Josep Marí Ribas, se mostró «gratamente
sorprendido» al conocer la declaración de Patrimonio de la
Humanidad: «Un nombramiento de esta importancia no puede sino
favorecer la llegada de ayudas y el reconocimiento internacional de
Eivissa», apuntó.
El presidente del Partido Popular de las Pitiüses, Josep
Juan Cardona, calificó el hecho como «la noticia más
importante que hemos tenido en mucho tiempo». Cardona recuerda que,
a pesar de que su formación fue la impulsora de la candidatura, la
declaración se debe «al excelente trabajo conjunto de todos, por
encima de colores políticos». El presidente de los populares
destaca «la unidad de la sociedad pitiusa a la hora de enfrentarse
a estos grandes temas».
El presidente de Fomento de Turismo de Eivissa, Joan
Guasch, cree, por su parte, que esta designación «servirá
para mostrar al mundo que en la isla no sólo hay playas y sol, sino
que existe una importante y enraizada cultura». Guasch calificó la
noticia como un «hecho histórico para el sector turístico en
particular y la población pitusa en general». «La declaración
servirá para vender Eivissa de una nueva manera en los mercados»,
aseguró.
En este sentido también insiste el presidente del Institut
d'Estudis Eivissencs, Marià Torres, quien
considera que la declaración servirá para promover «la cultura
propia de las Pitiüses». «Ahora, Eivissa debe ser patrimonio de la
Humanidad, no de las inmobiliarias», indicó Torres, refiriéndose a
la protección que, a partir de ahora, se deberá aplicar a los
bienes designados por la Unesco.
Mientras, el biólogo Bartolomé Planas, destacó
la confianza "finalmente recompensada" que había depositado en la
candidatura, puesto que «lo que se había presentado era de una
importancia natural reconocida, como son las praderas de posidonia
de la Reserva Natural». Planas espera que este reconocimiento sirva
para «proteger, como se merecen, estas zonas de tanta importancia
medioambiental».
Sobre el reconocimiento otorgado al recinto amurallado de Dalt
Vila, la necrópolis de Puig des Molins y el yacimiento de sa
Caleta, el conservador y director en funciones del Museu
Arqueològic, Benjamín Costa, cree que se trata de
una distinción a «la excepcionalidad del valor de los bienes
presentados». Costa confía en que ahora se protejan todos de una
manera efectiva.
El director de la Reserva Natural de ses Salines, Luis
Berbiela, expresó su alegría por el reconocimiento que ha
otorgado la Unesco «a los esfuerzos de protección de las praderas
de posidonia». Además, Berbiela destaca la singularidad de las
colonias que viven en aguas pitiusas, principal valor para la
declaración de Patrimonio de la Humanidad.
El escritor y responsable de la Universitat Oberta de Catalunya,
Isidor Marí, cree que el reconocimiento que ha
llegado de Marraquech sirve para que el mundo descubra que «Eivissa
posee unos valores culturales e históricos únicos, y que hay que
proteger a toda costa».
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