El investigador francés François Popline estudiando los ejemplares de huevos de avestruz del Museu Monogràfic del Puig des Molins. Foto: GERMÁN G.LAMA

La colección de huevos de avestruz de la época púnica del Museu Monogràfic del Puig des Molins ha sido objeto de atención y estudio a lo largo de la pasada semana del investigador francés François Popline, miembro de anatomía comparada del Museo de Ciencias Naturales de Francia. Esta ha sido la primera vez que este especialista visita la isla.

Su interés por estos objetos,le ha llevado por varios lugares: «He estado estudiando los huevos de avestruz de diferentes países, como Londres, donde hay muchos de origen etrusco; Delfos, en Grecia; Roma, Florencia, Àfrica del Norte... Pero me faltaban conocer las piezas que había en España, especialmente las de Eivissa, donde existen un buen número de ejemplares muy interesantes para mi investigación», explicó.

Para estudiar los huevos del Museu del Puig des Molins, François Popline ha utilizado una técnica basada en el efecto de luz ultravioleta: «De los distintos tipos de decoración que tienen los huevos, según las zonas y las épocas, se pueden usar distintas técnicas de observación. Los que hay en este museo son de dos tipos: esculpidos o tallados en la superficie y los pintados; estos últimos traspasan la primera cáscara del huevo (tienen dos, la segunda es para proteger la yema de los rigores del desierto de Àfrica),y, al observarlos con la lámpara ultravioleta, aparecen dibujos que no son sensibles a la luz normal del día.

Otra técnica utilizada en Oriente para la decoración de los huevos de avestruz es similar a la realizada por el procedimiento del batik en la industria textil: «Esta técnica consiste en hacer el dibujo con una pintura grasa, sumergir el huevo en vinagre y de esta forma aparece el dibujo en relieve.