La pianista catalana Alicia de Larrocha obtuvo ayer el premio de la Fundación Guerrero que, por su prestigio y dotación, doce millones de pesetas, está considerado el «Cervantes» de la música. Convocado cada dos años, el galardón pretende reconocer a un compositor, intérprete, musicólogo o crítico español cuya labor haya constituido una aportación relevante y significativa al enriquecimiento de la música española y, especialmente, a la de la segunda mitad de este siglo.

De Larrocha se enteró del premio en EE UU, donde ofrece estos días unos recitales. «Es una sorpresa tan grande que casi no me lo creo -indicó la pianista-. Una maravilla inesperada y se lo agradezco a esta gente que ha sido tan buena y tan simpática conmigo». «Todavía estoy en el camino -añadió-, pero no tardaré mucho. Son premios de madurez y éste, en concreto, no se me había pasado por la imaginación».