El primer observatorio del itinerario, mantenido en secreto por los organizadores, fue Cala Comte. Foto: PEP TUR.

Un total de 12 personas, entre ellas cuatro miembros del colectivo cultural ibicenco Sa Moderna, realizaron ayer una experiencia artística original: una excursión a tres puntos de la costa ibicenca para contemplar el mar sentados en una silla. El recorrido terminó frente a un cuadro de un horizonte marino instalado en la galería Van der Voort. Esta iniciativa de carácter conceptual se ha realizado con varias semanas de retraso, ya que en un principio estaba previsto que tuviera lugar durante la celebración de la segunda edición de la feria «Art.Ibiza», en la que el grupo ibicenco tuvo un stand con la instalación que completó el itinerario en la galería que dirige Cati Verdera.

Como explicaron los organizadores a este periódico, «la propuesta de Sa Moderna en este proyecto es un ejercicio de educación de la mirada, concretamente de la mirada marítima, porque las cosas buenas no siempre se disfrutan desde el primer momento; a menudo, es necesario educar el gusto, modelar la mirada». Como recuerdo de este ejercicio de carácter «didáctico-voyeur», los participantes recibieron una carpeta con un certificado expedido por Sa Moderna y tres fotografías polaroid (una en cada silla).

A las cuatro de la tarde se inició el recorrido hacia los tres puntos de la costa, desconocido por los ocho integrantes ajenos al grupo. La primeras dos citas estaban situadas en dos zonas de Cala Comte y la tercera en el Cap d'es Falcó de la playa de es Codolar. Durante el trayecto de ida hasta Cala Conta uno de los miembros de Sa Moderna leyó un texto científico sobre el mar y las mareas y una pequeña definición poética del mar. Tras cubrir las dos primeras citas, en el trayecto hasta es Codolar el grupo escuchó una obra de 15 minutos compuesta para la ocasión por el músico catalán Àngel Blanch y dividida en tres partes: «Mar nocturno», «Diurno» y «Puesta de sol». La escucha fue acompañada por una degustación de sushi.