«Para mí el arte es la expresión viva del amor y la felicidad, un intermediario entre el ser y el no ser». Con tal intención, la artista austríaca Doris Maria Kofler presenta hasta el 12 de noviembre en la galería Es Molí, un homenaje a los ángeles protectores de la humanidad a través de 30 esculturas de madera policromadas, en las que vierte su «energía positiva» con una expresión plástica próxima al mundo infantil y a la simbología de Miró.

De formación autodidacta, y con estudios de filosofía y económicas, Doris Maria Kofler vive en la actualidad entre Austria y Javea. Es la primera vez que visita y expone en Eivissa, lugar que ha elegido para presentar a sus ángeles, «porque se integran muy bien en el ambiente mediterráneo de la isla».

Junto a las esculturas, también realiza cuadros y muebles: «Todas mis obras salen del corazón y son como depósitos de energía que salen en la noche y se hacen amigas de las vida cotidiana», explicó a este periódico la artista, quien tiene un amplio curriculum profesional desarrollado por un buen número de países.