María José Ferrer, pasión por el arte al servicio de la danza contemporánea

La joven bailarina ibicenca, ganadora de un premio de coreografía, crea una compañía de baile en Barcelona

María José Ferrer tiene en la actualidad 21 años y empezó sus primeras clases de danza en el Estudi Capricorn de Eivissa.

Julio Herranz01/09/99 0:00

Los tres años de trabajo y estudio que lleva María José Ferrer en Barcelona los ha rentabilizado artísticamente con provecho. Junto a su compañera Olga Ventura ganó el pasado mes de abril el primer premio de un concurso de coreografía y en estos momentos están montando una compañía de danza contemporánea para dar salida a sus inquietudes artísticas, cuyos resultados esperan poder presentar pronto en Eivissa, donde sólo ha trabajado hace algunos años en los conciertos de las «Nits d'estiu» con el ballet del Estudi Capricorn, donde empezó sus primeros pasos artísticos de la mano de su directora, Sandy Plant.

El nombre de la compañía, «Dona'm temps», ya indica que María José Ferrer (21 años) y Olga Ventura (25) quieren tomarse su trabajo con calma: «Es mejor no correr, tenemos mucho futuro por delante. El primer espectáculo que estamos montando durará como una hora. Un productor no está haciendo la música y a partir de ella empezaremos a trabajar, junto con cuatro temas originales que nos encantan y que entran en la línea en la que queremos seguir», explicó la bailarina, quien ya ha hecho contactos con la Conselleria de Cultura del Consell para intentar presentar próximamente la compañía en la isla.

La pasión que María José Ferrer siente por la danza la expresa en el entusiasmo que pone al recordar el mayor éxito que ha tenido hasta ahora, el primer premio de un concurso de coreografía celebrado en Barcelona el pasado mes de abril: «El espectáculo duraba 12 minutos, el tiempo máximo que nos daban, y utilizamos música de Uc, lo que le daba un ambiente muy mediterráneo. Era una pieza bastante fuerte, muy contemporánea y europea, como nos dijo el jurado, algo que nos gustó especialmente, porque en España todo está muy influenciado por la danza clásica, que no es malo, claro, pero no hay que quedarse ahí. También usamos una pavana medieval y dos canciones también muy diferentes. La pieza en conjunto podría haber dado de sí para una hora, pero tuvimos que resumirla en esos 12 minutos intensos», explicó.