Desde que en 1980 Jorge Ocampo decidiera marcharse de Eivissa,
donde desde 1965 había desarrollado una notable labor creativa como
ceramista y artesano, suele volver de vacaciones porque aquí tiene
casa propia y muchos amigos. Bien conocido en el mundillo artístico
de la época, uno de los movimientos más destacados que organizó en
la isla fue el grupo «Artaller», creado en 1978 junto a sus
compatriotas y pintores Amanda Echeverría y Orlando Herrera, con
los que realizaron numerosas exposiciones por varias ciudades
españolas y europeas. También practicó durante varios años la
artesanía del cuero combinado con la cerámica.
Como ha sucedido con algunos de los artistas que descubrieron la
isla en los años 60, Jorge Ocampo también se sintió decepcionado
por el estilo de los nuevos tiempos y decidió cambiar de aires: «Mi
marcha se debió a la masificación turística, a los tileros, a los
mercadillos con artesanos falsos... Eivissa perdió el encanto que
le daba la gente tan linda que buscaba un nuevo estilo de vida. A
principios de los 80 empezó a perderse la libertad con la que se
vivía, la camaradería entre los que hacíamos cosas. Cuando vuelvo
ahora me da pena ver que cada uno se ha hecho su territorio privado
y defiende sus dos metros cuadrados de calle», explicó.
La intención de Ocampo, Echeverría y Herrera al crear «Artaller»
al final de los 70 fue «la despersonalización de la creación
estética y el rescate de las técnicas y medios expresivos
indoamericanos», como explicaban en un catálogo de la época. En
este sentido, el diseño de cada pieza que salía de este taller de
cerámica era «el resultado de una labor grupal, que intenga negar
de esta forma la obra como acto privado de un sólo individuo». La
cocción, tal como la ejecutaban «los indígenas diaguitas
sudamericanos», la realizaban en huecos socavados en tierra con la
que obtenían una cereámica negra con manchas ocres y rojizas, que
fueron muy celebradas por la crítica y el público.
1 comentario
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Que lindo recuerdo de mi Tío Jorge. Hermano de mi madre Martha Ocampo. Supimos pasar hermosos días en su casa de La Carroza y acompañarlo en su negocio de la calle mayor, mientras trabajaba y de tertulias con cada amigo que pasaba. Saludos desde La Rioja, Argentina.