Desde la entrada en vigor de la Ley 6/2009, la Comunidad de Madrid cuenta con Libertad de Elección en la Sanidad, así los madrileños cuentan con la opción de elegir el sanitario, centro de salud o el hospital al que desean asistir para recibir atención médica, según queda reflejado en la tercera parte del análisis ‘Libertad de elección en materia sanitaria en España', elaborado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada (ICGEA).

«Sin duda, el triunfo de la libre elección en la Comunidad de Madrid se fundamenta en el modelo de colaboración público-privada y en su amplia red de hospitales y centros de salud. Los ciudadanos tienen un amplio abanico para elegir, que es la finalidad con la que se creó esta ley. Sin embargo, esto no ocurre en todas las regiones, ya que por mucho que exista la libre elección, si la oferta sanitaria es muy limitada, será difícil ejercer este derecho», señala el Instituto Coordenadas.

La libre elección sanitaria en Madrid siempre ha sido objeto de debate y opinión dividida, «pero está claro es que, por un lado, proporciona a los ciudadanos una mayor autonomía y libertad para tomar decisiones sobre su propia atención médica. Por otro, fomenta la competencia entre los proveedores de servicios de salud, lo que deriva en una mejora en la calidad de la atención y una mayor eficiencia en el largo plazo. Factores como la capacidad comunicativa, la cercanía, la empatía, el grado de implicación y compromiso con el paciente marcan la diferencia, además de ser determinantes para que un sanitario y el centro en el que ejerce sea elegido o descartado», indican desde el Grupo de Estudios e Investigación del ICGEA.

«Dentro de una zona determinada de actuación, juega un papel esencial el boca a boca; es decir, lo que funciona a mi familiar, vecino o compañero de trabajo afín, seguramente a mí también. Aunque esto puedecrear consideraciones erróneas sobre una persona, que en materia sanitaria crea tantos mitos como ensombrece carreras profesionales brillantes», añaden.

«Evidentemente, la libre elección tiene sus limitaciones, como vivir a una gran distancia de la zona que corresponde, ya que el médico también ha de garantizar atención en domicilio y urgencias, además de en el propio centro. O existe la posibilidad de no poder elegir el médico de cabecera que deseas porque su cupo esté cerrado y ya no admita más pacientes, algo que suele suceder entre aquellos que son más demandados», indicó el vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás. «

Las disfunciones para el paciente madrileño, cuando se producen, son mínimas y dada la amplia oferta entre la que elegir, aún lo es menos para el sistema, ya que, los gestores de la sanidad madrileña pueden conocer en cualquier momento la situación de la sanidad en su conjunto, así como los perfiles profesionales y centros más demandados», agregó.

TENDENCIA AL ALZA

Tan solo entre 2015 y 2020, la libre elección en Madrid ha generado un total de 781.500 cambios de hospital, lo que ha hecho que la espera para ser atendido en la región se descongestione de manera notable, con el impacto positivo en las listas y, por tanto, en la satisfacción del cliente. «Los pacientes madrileños pueden consultar en la web de la comunidad cuáles son las fechas y las horas disponibles a la hora de elegir el centro donde ser atendidos, los servicios que ofrece, las especialidades y las listas de espera, así como los indicadores de satisfacción. Una información que sirve a los ciudadanos para tener una foto completa de la situación sanitaria de su zona de interés, pudiendo seleccionar al profesional o el centro que mejor responda a sus necesidades y en un plazo más corto, ya que en general, y en los temas relacionados con la salud en particular, la inmediatez, es determinante», manifestó Jesús Sánchez Lambás.

Uno de los principales motivos a la hora de decidir el hospital que más conviene a un paciente es la lista de espera. Cada mes la Comunidad de Madrid publica el número de pacientes pendientes de consultas externas, operaciones quirúrgicas, y pruebas diagnósticas. «Madrid es una de las pocas comunidades españolas que, mensualmente, hace públicos sus datos, fiel en el compromiso con los pacientes y la transparencia que estos necesitan para tomar las decisiones más oportunas relacionadas con su salud», destacan desde el ICGEA.

La entidad señala que la libre elección tiene como máxima que el ciudadano tenga acceso previo a una información veraz, precisa y clara sobre las prestaciones que su región ofrece, ya que solo así estará capacitado para tener un rol activo a la hora de tomar decisiones sobre su salud, eligiendo lo que más le conviene en un momento determinado.

De acuerdo con el Grupo de Estudios e Investigación del Instituto Coordenadas, los madrileños valoran de forma muy positiva el hecho de poder contar con esta libertad, que le permite beneficiarse de aspectos como el menor tiempo de espera. «Dado el poder de influencia de la libre elección para poder cambiar el curso de las listas de espera, se ha ido configurando con el paso del tiempo como una palanca de ahorro para el sistema sanitario madrileño».

Los beneficios de esta libre elección sanitaria son múltiples, señalan desde ICGEA. Los pacientes pueden optar por el profesional que mejor se ajuste a sus necesidades, basándose en su experiencia, reputación y cercanía geográfica. Esta medida, que a lo largo de décadas de vigencia en la CAM no ha hecho más que ganar adeptos, contribuir a reducir los tiempos de espera en el sistema de salud, al proporcionar a los ciudadanos más opciones y evitar la saturación en determinados centros médicos. «La libre elección sanitaria también fomenta la innovación y la inversión en infraestructuras médicas, ya que los gestores sanitarios tienen en este punto la oportunidad de atraer y retener a los pacientes mediante la excelencia en la atención y servicios de calidad».

La libre elección sanitaria en Madrid está, por tanto, respaldada por un riguroso sistema de regulación y control de calidad, garantizando que los profesionales y centros de salud cumplan con los estándares más exigentes y brinden una atención segura y efectiva; además, facilita información clara y accesible a los ciudadanos para que puedan tomar decisiones informadas sobre su atención médica.