El veredicto de culpabilidad ha sido alcanzado por unanimidad tras el juicio que acabó este lunes en la Audiencia Provincial y después de dos días y medio de deliberación.
Los miembros del jurado han considerado probado por unanimidad, además, que las víctimas no pudieron defenderse de las agresiones mortales del acusado. Los golpes en la cabeza y el prolongado estrangulamiento al que fue sometida la mujer, han añadido, demuestran que el acusado actuó con intención de someterla a un «inhumano sufrimiento».
Los jurados han considerado probado por unanimidad que el asesino confeso sabía que su esposa estaba embarazada y, por otro lado, han considerado no probado --también por unanimidad-- que éste hubiera consumido alcohol, cocaína o heroína el día de los hechos.
Las acusaciones reclaman que el hombre sea condenado a prisión permanente revisable --es la primera vez que se pide esta pena desde que se implantó en España-- mientras que su defensa reclama que los hechos sean considerados delito de homicidio, con una pena inferior.
Los hechos tuvieron lugar el 16 de mayo de 2021, cuando en el transcurso de una discusión con su mujer, que estaba en torno a la semana 20 de gestación, el hombre habría propinado un fuerte golpe en la cabeza con un cincel a la mujer y la habría estrangulado hasta matarla a ella y al bebé en gestación. Todo esto, en presencia del hijo de ambos, de siete años, a quién también habría estrangulado hasta acabar con su vida.
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