Sara Rodríguez (AirBnB); el director general de Turisme, Josep Aloy; el conseller de Turisme, Jaume Bauzà; Gabriel Pérez (Roomonitor), Maria Gibert (Habtur) y Pere Joan Planes (AETIB), ayer en la presentación del programa We Respect en Fitur.

AirBnB pondrá a disposición de los vecinos un teléfono de atención para posibles molestias derivadas del alquiler turístico. La plataforma tendrá un servicio específico en Baleares para solventar problemas por ruidos y otras incidencias que amenacen la convivencia (molestias en espacios comunes, actos incívicos, vandalismo, etc.) y para mediar entre vecinos, turistas y propietarios si estos conflictos pasaran a mayores.

La empresa especializada Roomonitor se encargará de proveer de este servicio en colaboración con la propia plataforma de alquiler turístico. Asimismo, también se hará llegar a los visitantes un manual de buenas prácticas.

Ambas empresas presentaron ayer viernes en Fitur este plan piloto en compañía del Govern y de la patronal del sector en las Islas, Habtur. El programa, denominado We Respect, ya se ha instaurado en otras ciudades de España como Barcelona, Madrid, Sevilla o Valencia.

La hoja de ruta pasa ahora por una campaña de comunicación y de adhesión de las propiedades de alquiler turístico al proyecto. Un proceso que se iniciará a partir de abril, alrededor de Semana Santa, aunque no se espera disponer de todos los datos necesarios hasta después del verano.

En ese sentido, el papel de la patronal será clave para informar a los propietarios y articular su reclutamiento. El plan se realizará en Mallorca, aunque se pretende extenderlo al resto de islas en un futuro cercano.

El conseller balear de Turismo, Cultura y Deportes del Govern, Jaume Bauzà, señaló que este acuerdo supone «un hito» en pro de «la reafirmación de la excelencia de Baleares como destino turístico». También puso en valor el papel del turista que opta por el alquiler vacacional, ya que realiza «el 70 % del gasto fuera de casa», lo cual «nutre la economía balear de manera significativa».

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Sara Rodríguez, directora de políticas públicas de AirBnB en España y Portugal, indicó que se sienten «orgullosos» de desplegar este proyecto en un destino como Mallorca y subrayó el compromiso de todo el sector por la convivencia entre turistas y residentes. «La sostenibilidad social, el turismo responsable y el respeto al destino son prácticas que ya llevan a cabo los propietarios de alquiler turístico y esperamos que sea un éxito».

Precisamente, la plataforma se reunió el jueves con la Dirección General de Turismo y la AETIB para tratar nuevas vías de colaboración contra la oferta ilegal y para vetar la comercialización en sus páginas de alojamientos que no se corresponden con la imagen de calidad que pretende transmitir el destino, tales como tiendas de campaña o furgonetas camperizadas. El anunciado este viernes es otro compromiso en aras de la sostenibilidad social de su actividad en el archipiélago balear.

Por el momento, el Consell d’Eivissa se encuentra hablando con la plataforma AirBNB sobre este proyecto de teléfono para los vecinos. Cabe recordar que, en el caso de Ibiza, el alquiler de pisos y habitaciones está completamente prohibido en toda la isla.

Previsiones

Gabriel Pérez, jefe de Relaciones Públicas de Roomonitor, señaló que este tipo de servicios proporcionan «valor añadido» al destino. Pérez fue el encargado de presentar el plan en el estand balear de Fitur, ya que es su empresa -radicada en Cataluña- la que se encargará de todo el proceso de gestión.

Por su parte, la gerente de Habtur, Maria Gibert, explicó que con esta iniciativa, el sector pretende «enviar el mensaje de nuestra preocupación por ser respetuosos con los residentes». Por ello, destacó que «nuestro sector es cada día más responsable y más sostenible: son miles las familias que forman parte de ese compromiso».

Por otra parte, Gibert avanzó que la próxima temporada revestirá un comportamiento similar al del pasado 2024. Con todo, lamentó que las «trabas burocráticas» que está teniendo que afrontar el sector en materia de nuevas regulaciones supone un obstáculo añadido para su actividad. «No será un año malo, pero nos lo están poniendo muy difícil con cuestiones como el registro único, el registro de viajeros...». Con todo ello, se quejó, «lo que se hace es desincentivar a visitantes y propietarios».