El dispositivo policial pretende frenar la escalada de violencia que se extiende por Palma y Llucmajor. | R.I. - Archivo

La zona de s'Arenal, entre Palma y Llucmajor, ha quedado completamente blindada para evitar nuevos estallidos de violencia como el vivido el pasado miércoles por la noche. Cientos de vecinos llevan días saliendo a la calle para tratar de echar a un grupo de argelinos al acusarles de provocar una escalada de robos con violencia en el barrio.

Así, la Policía de Llucmajor y la Guardia Civil han recurrido a desplegar un dispositivo y numerosas patrullas para tratar de impedir que se produzca una pelea o, en su caso, un linchamiento.

Las actuaciones de los agentes se reducían, en un pasado, principalmente a la primera línea de playa ya que era la zona de actuación de carteristas rumanos. Sin embargo, la llegada de los magrebíes ha desplazado a los que anteriormente ostentaban la hegemonía del lugar. Este violento grupo lleva a cabo sus atracos también por el interior del barrio.

Fuentes policiales han avisado de la prolongación del operativo, que se mantendrá todo el tiempo que se considere necesario. Así, Guardia Civil y Policía Local buscan rebajar la tensión que se palpa en el ambiente.

Si bien el operativo pretende ser visible para que los vecinos no pretendan tomarse la justicia por su mano, también hay infiltrados varios agentes con el objetivo de conocer de primera mano lo que está sucediendo en s'Arenal y anticiparse a la conformación de aglomeraciones violentas. La presencia policial se mantendrá día y noche.