Imagen del encuentro mantenido este miércoles.

Continuar con el compromiso y redoblar los esfuerzos para conseguir la protección efectiva del 30 % del mar Mediterráneo español para 2030. Esto es lo que reclaman quince organizaciones ecologistas en el documento que este miércoles han presentado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asistido a la reunión con las organizaciones junto con la directora general de Biodiversidad, María Jesús Rodríguez de Sancho, y el subdirector general de Biodiversidad Terrestre y Marina, Fernando Magdaleno.

Representantes de las entidades medioambientales ANSE, ClientEarth, Ecologistas en Acción, Fundación Marilles, GEN-GOB, GOB Mallorca, GOB Menorca, Greenpeace, OceanCare, Oceana, Save the Med, SEO/BirdLife, Tursiops, Vell Marí y WWF se han reunido este miércoles por la mañana con el MITERD para reconocer los avances alcanzados hasta la fecha, con un 21 % de superficie marina protegida designada en España e insistir en la importancia de que España siga avanzando en el cumplimiento de sus compromisos internacionales para proteger el medio marino. Durante la reunión, representantes de las diferentes organizaciones han insistido en la importancia de los espacios marinos protegidos (EMP) para la conservación del mar Mediterráneo: «Es urgente que España cumpla con los acuerdos internacionales de protección del medio marino. Estos acuerdos establecen la necesidad de alcanzar un 30 % de los mares bajo protección y gestión eficaces, así como garantizar que el 10 % del mar quede bajo protección estricta, libre de actividades antrópicas que puedan comprometer su salud ambiental», han indicado.

Asimismo, han subrayado la importancia de que el Ministerio elabore planes de gestión ambiciosos y participativos y que destine «los recursos necesarios para su implementación de modo que esta protección sea real y efectiva». La propuesta ‘Acuerdo marino entre organizaciones ambientales para la protección de un 30 % del Mediterráneo español' incluye acciones para garantizar una gestión adecuada de los espacios marinos protegidos (EMP). El documento insiste en la importancia de elaborar e implementar planes de gestión efectivos y subraya la necesidad de designar nuevas zonas protegidas y asignar los recursos necesarios para identificar nuevos enclaves de biodiversidad adicionales más allá del 30 %, si fuera oportuno. El escrito también detalla acciones para la restauración de ecosistemas y la recuperación de especies vulnerables. Por eso, entre los objetivos propuestos están el desarrollo, publicación e implementación de los planes de recuperación de especies vulnerables o en peligro de extinción como el angelote (Squatina sp), la nacra (Pinna nobilis), la pardela balear (Puffinus mauretanicus) o la tortuga boba (Caretta caretta).

Cabe destacar que algunos de estos planes están en proceso de tramitación, lo que demuestra el compromiso activo de todas las partes interesadas en la conservación de la biodiversidad marina. Las organizaciones remarcan que la protección solamente será efectiva si cuenta con los recursos necesarios para garantizar una gestión adecuada de estos espacios, además de un seguimiento y una vigilancia eficaz. Sin olvidar la divulgación de los valores de los EMP entre la población para concienciar e implicar en la protección de estas, solicitan que en 2030 todos los EMP designados hasta 2025 dispongan de planes de gestión aprobados o revisados y con objetivos ambiciosos y medidas concretas.

Entre otras medidas, el acuerdo propone actuaciones para minimizar el impacto de las capturas accidentales en artes de pesca, la pesca de arrastre y la pesca fantasma; adoptar medidas para reducir el ruido submarino producido por el tráfico marino y otras actividades civiles y militares; tomar medidas eficaces que eviten la muerte de las ballenas y otras especies de fauna marina por culpa de las colisiones con barcos o mejorar la calidad de las aguas costeras, persiguiendo el vertido cero y mejorando los sistemas de saneamiento.

Por último, la propuesta insiste en apostar por una gobernanza participativa para la designación, elaboración, puesta en marcha y evaluación de los planes de gestión de los espacios marinos protegidos como base metodológica para alcanzar los objetivos de protección y conservación. Una gran biodiversidad amenazada La doble crisis actual –climática y de pérdida de biodiversidad– supone una grave amenaza para el mar Mediterráneo. Con más de 17.000 especies marinas (el 18 % de las conocidas en todo el mundo), el Mediterráneo es una de las zonas con más biodiversidad del planeta. Pero también es una de las más amenazadas. Las temperaturas medias de toda la cuenca ya están 1,5 °C por encima del nivel preindustrial y el declive de sus ecosistemas, como las praderas de plantas marinas, ya es una realidad. El Mediterráneo también es un mar que sufre grandes impactos derivados del turismo masificado, del intenso tráfico marítimo o del crecimiento urbanístico del litoral y es uno de los más sobreexplotados del mundo. Asimismo, cerca de 150 millones de personas viven y dependen de este mar.

El documento presentado este miércoles parte de la convicción de que «las políticas ambientales propuestas serán fundamentales para sentar las bases de un futuro en que el Mediterráneo prospere y pueda seguir siendo una fuente de vida, bienestar y cultura para nuestra sociedad», han concluido las organizaciones.