Una mujer ha ratificado este jueves, ante un Tribunal de la Audiencia Provincial de Baleares, que su pareja la violó atándola de pies y manos, y que ella retiró la denuncia «por miedo».
La Sección Segunda ha acogido el juicio contra el hombre, para quien Fiscalía pide una condena de 15 años de cárcel. El acusado ha negado la versión de la víctima y ha achacado la denuncia a un asunto de «celos».
Víctima y agresor convivían en un domicilio de Palma --la acusación resalta que la mujer no tenía otro lugar donde residir-- y mantuvieron una relación sentimental desde 2020 hasta finales de septiembre de 2021. Según la víctima, en el domicilio vivían más personas, entre ellas «una pareja con dos niños», si bien «siempre tenía la casa llena de yonkis».
La mujer ha relatado en su declaración la relación abusiva que describía la Fiscalía en su escrito. La víctima ha expuesto que continuamente recibía insultos y que el hombre le llegó a lanzar un objeto en alguna ocasión.
Además, ha acusado a su expareja de haberla atado «con cordones de zapato» de pies y manos «como un pollo asado» mientras dormía --tras haber ingerido somníferos-- para penetrarla anal y vaginalmente sin consentimiento. También ha sostenido que el varón le puso cocaína en su zona genital.
La mujer retiró la denuncia que presentó contra él y en el juicio ha explicado que lo hizo «por miedo», tanto a represalias por parte del varón como temor a que sus hermanos, si se enteraban, le hicieran daño a él. Asimismo ha afirmado que ha recibido llamadas del acusado a pesar de estar vigente una orden de alejamiento con prohibición de comunicación.
Por su parte, el varón ha negado cualquier acto de violencia sexual hacia su pareja, asegurando que mantenían relaciones sexuales con normalidad. En esta línea, su defensa ha planteado que no tenía ninguna necesidad de agredirla para satisfacer sus deseos sexuales.
El hombre ha achacado la denuncia a un asunto de celos: «Porque decía que yo estaba con otra chica». En varias ocasiones la mujer se marchó del hogar y estuvo viviendo en un centro de acogida.
La Fiscalía imputa al hombre un delito continuado de agresión sexual y otro de maltrato habitual. Además de la pena de cárcel, pide diez años de libertad vigilada, una orden de alejamiento en favor de la víctima y que se prive al hombre del derecho a tener armas.
Igualmente, solicita que el acusado indemnice a la víctima con 10.000 euros por los daños morales.
A la salida del juicio, el hombre ha sido abordado por agentes de la Policía Nacional en relación a un presunto quebrantamiento de la orden de alejamiento por llamadas recientes a la víctima.
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Raúl que haces?