Un pinganillo antes del inicio de una sesión plenaria en la se aprueba el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados. | Europa Press - Marcos Villaoslada

El Congreso se ha comprometido a poner los medios necesarios para empezar a garantizar desde este mes de enero la traducción simultánea de lenguas cooficiales en las comisiones parlamentarias. Por lo pronto, anuncia que, entre enero y junio, habrá traductores de catalán, gallego y euskera hasta en tres salas de comisión a la vez.

Este nuevo paso en la paulatina aplicación del sistema de traducción de estas lenguas será debatido el próximo martes en la Mesa del Congreso, donde será aprobado sin problemas gracias a la mayoría de PSOE y Sumar en este órgano.

El uso del catalán, el gallego y el euskera en el Pleno fue autorizado por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, desde la sesión constitutiva de la Cámara el pasado mes de agosto. La implantación de este derecho fue una de las condiciones que pusieron ERC y Junts para facilitar que la Mesa del Consgreso tuviera una mayoría progresista.

Después se pactó una reforma del Reglamento que contempla también el uso de estas lenguas en el resto de órganos parlamentarios (ponencias, que se celebran a puerta cerrada, y comisiones parlamentarias), así como en la presentación de escritos.

La Cámara puso los medios (auriculares y traductores) para garantizar que todo el mundo se pudiera entender en el hemiciclo, pero aún tenía pendiente hacer lo propio en las salas de comisión. Para la utilización de estas lenguas en documentos escritos el Congreso se dio un plazo de seis meses, que vencerá en febrero.

Estreno con la ley de amnistía

Ahora el Congreso anuncia que desde este mismo mes habrá traducción hasta en tres salas de comisión a la vez. Esto garantiza que se pueda usar el catalán, el gallego o el euskera, en el debate de las enmiendas a la Ley de Amnistía, que se prevé para finales de mes en la Comisión de Justicia. También en el grueso de las comparecencias del miembros del nuevo Gobierno que también desfilarán por la Cámara en esos días.

El plan es que la situación será así hasta junio, cuando finalizará este periodo de sesiones. Eso sí, quienes vayan a utilizar lenguas distintas al castellano deberán comunicado «en tiempo y forma» a los servicios de la Cámara para tener garantizado el ejercicio de este derecho.

Pero, hasta la implantación total del sistema de traducción en todas las salas de comisiones, si se reúnen más de tres a la vez, en las que no haya traductores los diputados que empleen otras lenguas deberán autotraducirse al castellano o bien entregar a la Presidencia su intervención traducida por escrito, con suficiente antelación con el fin de que pueda ser facilitada a todos los asistentes.

Depende de quien preside

Este era el criterio general que se había fijado hasta ahora pero la dirección de los debates en comisión corresponde a las personas que las presiden y no todas han actuado igual. Por ejemplo, el presidente de la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de la Unión Europea, el 'popular' Francisco José Conde, optó por quitar la palabra a la diputada de Junts Marta Madrenas por querer hablar en catalán argumentando que si no había traducción los miembros de la comisión perdían su derecho a seguir y entender las intervenciones.

Por su parte, el presidente de la comisión de Justicia, el socialista Francisco Lucas, aceptó que se usara el catalán pero facilitando una copia con la traducción o con explicación en castellano de lo que se decía. La diputada de ERC Pilar Vallugera alternó castellano y con este último, se autotradujo, mientras que el de Junts Josep María Cervera entregó una supuesta traducción por escrito pero finalmente su intervención no fue fiel a ese texto. Por eso el Diario de Sesiones no recogió ninguna de sus palabras.

De momento, el Congreso no ha avanzado una fecha para completar el proceso de implantación del sistema definitivo de traducción y accesibilidad en el Congreso, que supondrá la adecuación del hemiciclo, las comisiones y demás ámbitos de trabajo parlamentario «a la posibilidad de uso y entendimiento de las lenguas oficiales, así como al acceso al lenguaje de signos y a sistemas de alta legibilidad y escucha para personas con problemas de visión, audición u otros».