No hay casualidades. Los investigadores creen que la llegada masiva de inmigrantes entre la Navidad y Sant Esteve, que oficialmente se ha cifrado en 104 personas aunque muchas otras podrían haber llegado a la costa mallorquina sin ser detectadas, se debe a que los patrones de los barcos saben que durante estas fiestas la vigilancia es menor. Los implicados cobran importantes cantidades a los migrantes para realizar la peligrosa travesía.
Un total de 104 inmigrantes han llegado en las últimas horas a Baleares en seis pateras, aprovechando el buen estado de la mar. Aunque la cifra podría ser mucho mayor ya que los equipos de emergencias no descartan que otras embarcaciones consiguieran llegar en la madrugada de Navidad a la costa mallorquina y no fueran detectadas. La Guardia Civil ha extremado la vigilancia.
De acuerdo con los datos facilitados desde la Delegación del Gobierno, la primer patera detectada llegó a las 21.40 horas del día de Navidad al sureste de Cabrera, con 21 magrebíes a bordo. Todos ellos estaban en buen estado y fueron trasladados a Palma, para ser identificados. Horas después, a las cinco de la madrugada de ayer, otra lancha fue detectada muy cerca de la primera. Transportaba a 16 norteafricanos. A las 7.55 horas se descubrió la tercera patera, con 22 subsaharianos, al sur de Mallorca, aunque hay indicios de que podrían haber llegado más. De hecho, ayer por la tarde, apareció en las rocas una pequeña lancha a la deriva en la Colònia de Sant Jordi y todo apunta a que el patrón intentó deshacerse de ella. La Policía Nacional ha abierto una investigación y podría detener a algunos implicados en la oleada de pateras de ayer en Mallorca.
También en Formentera
Pero no solo Mallorca recibió pateras en la jornada de este martes. A las diez menos cuarto de la mañana, al sureste de Formentera, se localizó una barca con 13 magrebíes que trataban de llegar a la costa y que estaban en buen estado. Por la tarde continuó la llegada de embarcaciones. A las dos y media, en Cala Santanyí, aparecieron nueve migrantes argelinos que había llegado a las rocas, y que fueron interceptados por la Benemérita.
Por último, a las cuatro y cuarto de la tarde, de nuevo en Cabrera, se descubrió una patera con 23 personas a bordo. Eran africanos, pero un dato llamó poderosamente la atención de los investigadores: también había asiáticos. Ante esta situación, la Comandancia palmesana ha reforzado la seguridad porque todo apunta a que hay otras embarcaciones de camino, aprovechando que apenas hay oleaje en el mar. La Policía Nacional, por su parte, trata de aclarar si se trata de un desembarco coordinado y busca a los patrones que pilotaban las lanchas y a los implicados que les dieron cobertura.
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