Un Boeing 737 de TUI bautizado como ‘Mallorca’ a su llegada al aeropuerto de Palma. | R.L.

Turoperadores y compañías aéreas alemanas están abordando el próximo invierno como un momento clave para el impulso definitivo hacia la desestacionalización de la actividad turística. Agentes de peso del sector trabajan en una ampliación de los flujos de turistas a Balears de cara a esta misma temporada baja, aprovechando que el Archipiélago mantiene su tirón como destino entre los consumidores y que este año han recuperado las cifras de visitas prepandémicas.

Una situación que no comparte el conjunto del Estado como destino turístico, todavía por debajo de las visitas de 2018 y 2019. Por contra, el poder de atracción de las Islas se mantiene con más salud que nunca, y eso a pesar del factor de la recesión económica del país teutón: de los 7.175.942 alemanes llegados a España hasta agosto, un total de 3.247.303 eligieron Balears para pasar sus vacaciones. Es decir, que las Islas aglutinan casi la mitad de los turistas alemanes registrados en el conjunto del país.

La cuestión de estimular de manera decidida los meses de invierno planea con fuerza en el sector alemán, que coincide en que Balears es uno de los destinos mediterráneos ideales para apostar por esta vía de acción. Un hecho reflejado también en los medios, incluida la publicación más prestigiosa del sector en el país, FVW.

El gigante de la turoperación TUI y aerolíneas como Lufthansa, Condor y Eurowings trabajan codo con codo con Turespaña y el sector hostelero local para asegurar que la apuesta será bidireccional: es decir, que encontrarán una oferta lo suficientemente sólida en territorio balear en materia de alojamiento y servicios complementarios. Álvaro Blanco, director de la Oficina Española de Turismo (OET) en Berlín, afirma que compañías y operadores van a extender la programación de este año hasta bien entrado noviembre en Balears -donde ya sucedió en 2022- y otros destinos de costa españoles, griegos o turcos. «Ahora mismo hay muchas facilidades para conseguir esa prolongación de la temporada que se lleva buscando desde hace 30 años y hay que aprovechar esa oportunidad».

En el caso del archipiélago balear existe también una planificación de cara a los meses de invierno sustentada por un buen nivel de demanda que, en cualquier caso, va a ir modulándose en función de la evolución de la oferta en destino. «Hay voluntad de apostar fuerte en ese sentido, y el año pasado ya se apostó por Mallorca porque en Alemania percibían que existía demanda y capacidades aéreas disponibles», señala.