La investigación se inició el pasado mes de octubre cuando dos jóvenes denunciaron haber sido víctimas de una agresión sexual por parte de un familiar que se habían prolongado durante años. Todo ello, según las denunciantes, sucedió cuando ellas tenían menos de doce años. El ahora detenido, realizaba tocamientos en las partes íntimas de las pequeñas, así como otras prácticas de índole sexual aprovechando que las niñas se quedaban en su casa durante los fines de semana. En algunas ocasiones, incluso llegó a pedirles que le hicieran felaciones.
Una vez que los agentes tuvieron conocimiento de los hechos, recabaron toda la información, localizaron al presunto autor y procedieron a su detención. De hecho, comprobaron que los presuntos abusos se habían producido cuando las niñas acudían a casa de su tío durante varios años y que finalizaron cuando las víctimas llegaron a la adolescencia. Ahora, cuando una de las jóvenes acaba de cumplir la mayoría de edad, no ha podido aguantar más y se vino abajo. Tras contarle lo sucedido a su madre, ésta puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional. Al conocerse la noticia, otra sobrina del presunto autor, también relató que ella había sido otra de las afectadas.
El hombre hizo un amago de intentar arreglar las cosas y mostró su arrepentimiento, pero la denuncia siguió su curso.