Una docente ordena mesas y sillas en un aula de un centro.    | Gemma Andreu

Los principales sindicatos del sector educativo público, concertado y privado de Balears, como el STEI-Intersindical, USO y ANPE, están recibiendo muchas consultas de afiliados inquietos por si tendrán que formarse en julio por los nuevos currículos que establece la LOMLOE a partir del próximo curso.

De momento, la Conselleria d'Educació no ha planteado oficialmente que los profesores tengan que instruirse al acabar el curso, que termina a mediados de junio. Tampoco se ha pronunciado sobre si tendrán que acudir a los centros durante la primera semana de julio, ya en vacaciones. La normativa permite a la Conselleria y a la dirección de los centros educativos concertados y privados exigir que vayan esa semana, y los docentes lo saben.

El secretario de comunicación de la Federación de Enseñanza USO Illes Balears, Juan Andrés Nogareda, asegura que han recibido una «aluvión» de quejas por la incertidumbre y la carga burocrática que implica la adaptación de los currículos en tan poco tiempo. En la concertada, donde su sindicado es mayoritario, la decisión para formarse en verano no depende de la Conselleria. «La gestión es de cada centro, por lo que podríamos encontrarnos con algunos que pidan ir en julio y otros donde ni siquiera se plantee», dice Nogareda. «La celeridad con la que se pretende aplicar genera temor, porque no ha habido previsión», lamenta, y añade que por eso han pedido una rebaja lectiva para asumir los cambios. También han pedido en varias ocasiones una moratoria para desarrollar los currículos progresivamente, como en Catalunya.

El secretario de enseñanza pública del STEI, Lluís Segura, ve «normal» que se genere esta inquietud, pero confía en que la Conselleria no pida a los docentes acudir en julio. Si lo hiciera, lo verían muy negativo porque no se puede formar en tan poco tiempo y con prisas. «Creo que no serán tan estrictos a la hora de controlar cómo se desarrollan los currículos», augura, y reclama al Govern que presione al ministerio para aplicar los cambios progresivamente.

El presidente de ANPE, Víctor Villatoro, dice que con la imprevisión y la celeridad para implantar los nuevos currículos, que incluso puede que se publiquen en agosto, se hará una formación «con prisas». «El profesorado está agotado por la pandemia y ahora tendrá que formarse en verano», comenta. Que se junten los nuevos currículos, el despliegue de la ley educativa balear, el plan de digitalización y oposiciones «desmotiva» al profesorado, según Villatoro. Desde el sindicato insisten en el aumento de burocracia que supone para los docentes la celeridad con la que se exigen implantar las nuevas normativas.