La sentencia valora las ventajas del contacto con los abuelos paternos para el desarrollo del menor y así tendrá que volar una vez al mes a Palma para ver a su familia. | Redacción Local
Una sentencia de la Audiencia Provincial obliga a una mujer a enviar a Mallorca de forma periódica a su hijo de seis años para que mantenga el contacto con sus abuelos paternos. La resolución considera necesario «fomentar el vínculo afectivo» entre el niño y sus familiares porque «favorecerá el adecuado desarrollo psicoemocional del menor». Lo novedoso es que, ante la decisión de la madre de abandonar Mallorca por propia voluntad, la resolución considera que no se puede obligar a los abuelos a desplazarse a la Península sino que tiene que ser el menor quien se desplace y que el coste de los viajes sea abonado a partes iguales por toda la familia. La resolución de la Audiencia confirma el fallo de un juzgado de Familia de Palma que aceptó la demanda de los abuelos, representados por el abogado Antoni Bennásar. El nieto convivirá con sus familiares un fin de semana al mes y una quincena completa durante los meses de verano.
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