Vuelos más cortos, menos contaminantes y sin tantas demoras serán algunas de las ventajas que traerá a nuestras vidas el Cielo Único Europeo (Single European Sky, SES), una iniciativa de la Unión Europea que tiene el objetivo fundamental de reestructurar el sistema de gestión de la navegación aérea del continente, promoviendo su evolución hacia un sistema de transporte aéreo más eficaz mediante la reducción de la fragmentación del espacio aéreo europeo. El resultado será la disminución de los retrasos de los vuelos, la optimización de las rutas, con la consecuente reducción del tiempo de vuelo (unos once minutos de media) y del consumo de combustible, así como la reducción de al menos un 10 % de las emisiones y los costes de CO2 en el sector de la aviación, que impactan en el clima.
Dentro de las actuaciones que contempla este nuevo marco normativo europeo que es el Cielo Único Europeo se encuentra el concepto de free route (rutas libres entre puntos previamente definidos sin apenas restricciones), que romperá la rigidez de la estructura actual de rutas de tránsito aéreo, permitiendo optimizar las trayectorias y flujos de las aeronaves, «lo que sin duda favorecerá mejoras en eficiencia y sostenibilidad», explica el director de la Región Balear de Enaire, Antoni Capó.
«La operativa free route ofrece importantes ventajas a los usuarios del espacio aéreo. Se estima que, una vez esté completamente desplegado en Europa –en diciembre de 2025–, implicará un ahorro de 500.000 millas náuticas (la distancia total que se va a acortar en la suma de todos los vuelos en Europa cada día y que equivale a 926.000 kilómetros diarios), 3.000 toneladas de combustible al día, la emisión de 10.000 toneladas de CO2 diarias y tres millones de euros en costes de combustible también cada día», indica Capó.
Fase preparatoria
Actualmente Enaire se encuentra en fase preparatoria previa a la implantación del concepto de rutas libres. Ya se ha introducido en los sectores de Santiago y Asturias para el espacio aéreo superior. En el ámbito del archipiélago balear se están realizando varios proyectos de mejora, nuevos procedimientos diseñados para mejorar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad. Por un lado, explica el director regional, un reglamento europeo obliga a rediseñar las maniobras en las áreas de mayor demanda de tráfico, dentro de las cuales está incluida el área de Balears. «Este rediseño implica que ya no tenemos que sobrevolar las radioayudas de navegación que, en el caso de las Islas, están en en Pollença, Capdepera, Porto Colom, Andratx y Llucmajor, además de en los tres aeropuertos de las islas». En este rediseño, añade, «se ha hecho un cuidadoso trabajo en reducir el sobrevuelo de poblaciones, en concreto en el caso de Menorca prácticamente se dejará de sobrevolar la isla».
«El objetivo es claro, los sobrevuelos a baja altura se estudian para minimizar el impacto en las poblaciones y el respeto a la avifauna (siendo de esta parte muy importante el trabajo del servicio de control de fauna del que disponen los aeropuertos) y cuando las aeronaves van ganando altura se diseña para que la ruta sea lo más directa posible y para que los ascensos y descensos resulten lo más eficientes y así tratar de reducir los consumos de combustible y las emisiones de CO2».
También, recuerda Capó, «debemos poner el foco en la eficiencia y en la reducción de las demoras, pues el usuario final, es decir los pasajeros, valoran la puntualidad de sus vuelos, siendo especialmente importante en las islas y en la movilidad entre ellas». Como ejemplo, indica, «la implantación de estos nuevos procedimientos en Eivissa en 2017 ha supuesto una reducción del 70 % de los minutos de demora de los vuelos con origen o destino Eivissa». En el Plan Maestro Europeo para la modernización del sistema de transporte aéreo se estima que la reducción media de los retrasos por vuelo será en unos pocos años de entre un 10 % y un 30 %.
En el corto plazo, «Enaire trabaja en medidas que permitan afrontar de una manera eficiente los próximos años. Las previsiones para el verano de 2022 son optimistas (dependemos lógicamente de la evolución de la pandemia) y, teniendo en cuenta que en agosto de 2021 gestionamos en Balears un 92 % del tráfico de 2019 (año prepandemia), podemos esperar que este verano tengamos demandas de tráfico altas». «De hecho, esperamos que ya en primavera empezaremos a tener buenos niveles de tráfico y para atenderlo hemos seguido incorporando plantilla y se ha trabajado en mejoras en los sistemas de tráfico aéreo que nos permitan mejorar la eficiencia y atender adecuadamente la demanda de tráfico», asegura.
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