Los fugados del avión forzaron a la tripulación a dejar las puertas abiertas tras un motín

La resolución considera que hay suficientes indicios de que se trata de un grupo «medianamente organizado» y de una acción que fue premeditada sin ninguna duda. También valora la gravedad de las consecuencias: «Supuso un caos en el aeropuerto por un incidente provocado y organizado, sin precedentes en el espacio aéreo europeo y de dimensiones internacionales, dándose eco prensa de todo el mundo de los hechos sucedidos y poniendo en entredicho la seguridad del espacio aéreo». Estos son los datos que maneja la magistrada a partir del atestado del Grupo IV de la UCRIF de la Policía Nacional.

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Desde que el avión tomó tierra en Palma y tras el desalojo del pasajero enfermo la tensión creció en el aparato. Un grupo de viajeros comienzan a reclamar poder salir del avión «para fumar».Uno de ellos intenta forzar la puerta de emergencia y tuvo que ser cambiado de sitio. El auto recoge que aprovechando que el avión carecía de vigilancia «se produjo un importante altercado en la aeronave siendo la tripulación increpada e intimidada por varios pasajeros, que pedían salir a fumar y salir a las pistas». El comandante en ningún momento dio autorización de salir y el personal de Palma que coordinaba el vuelo recomendó cerrar las puertas o avisar a la Guardia Civil. Lo primero no se hizo porque la tripulación de cabina «temía por su integridad física ya que algunos de los pasajeros se encontraban muy nerviosos». Los pasajeros se abrieron paso a empujones para escapar del avión. Arremetieron contra la tripulación y contra una de las personas de coordinación que intentó hacer de tapón.

La jueza concluye que se trató de una fuga premeditada. Uno de los datos que ratifica esa tesis es que, de los 21 pasajeros que salieron a la carrera, solo uno había facturado equipaje en Casablanca. El resto no llevaba nada más que equipaje de mano, sobre todo mochilas. «Resulta evidente que el comportamiento de los pasajeros que huyeron de manera inmediata tras la llegada del equipo de emergencia carece de sentido si no se relaciona con un plan previo», valora la magistrada.