El fondo marino de las Islas cuenta con siete elevaciones submarinas, cinco de ellas localizadas en el promotorio del litoral (Emile Baudot, Ses Olives, Ausías March, Bell Guyot y el Morrot de Sa Dragonera) y otras dos en la planicie abisal (Jaume I y Colom). De todas ellas, la más importante es la de Emile Baudot, con una altura de más de 800 metros y de origen volcánico. También destacan las de Ausías March (500‑600 m) y Ses Olives (300 m), de origen continental.
El campo volcánico se sitúa al suroeste de Mallorca, frente al Parque Nacional de Cabrera hasta Ibiza, justo sobre la cornisa del escarpe de Émile Baudot. Mientras que las zonas de escape de fluidos y gases más importantes se ubican al este y oeste de la isla Pitiusa, se trata de unos vapores calientes procedentes de las rocas volcánicas. Además, entre estas rocas se puede encontrar el punto con más profundidad del mar balear, con unos 2.700 metros.
La zona volcánica que rodea las Islas se caracteriza por tener una gran diversidad, con fallas y estructuras de deslizamiento, según ha documentado el Instituto Español de Oceanografía. Los montes Ausias March y Ses Olives son de rocas compuestas por sedimientos, mientras que el Emile Baudot es volcánico y está rodeado a su vez por conos volcánicos. En los abismos cercanos a este último se encuentran los pockmarks unas depresiones circulares, en forma de conos invertidos, originadas por escapes de fluidos desde el subsuelo que pueden ser de salmuera o gas metano.
El campo volcánico del Emile Baudot, el más importante
Los estudios morfológicos del monte submarino Emile Baudot permitieron descubrir 118 pitones volcánicos alrededor del mismo, que constituyen el denominado campo volcánico sur balear. Estas intrusiones volcánicas que se pueden encontrar en el litoral tienen forma forma cónica y relieves sobre el fondo marino. El tamaño de los mismo es impresionante, ya que va de ocho hasta varios centenares de metros, pudiendo ser los diámetros en la base superiores a los mil metros, según explican Carlos Palomo y Juan Acosta en su estudio. La extensión afectada por estas intrusiones supera los 500 km2 en la costa sureste de Mallorca.
Según explican los expertos, estos pitones volcánicos nacen en el subsuelo marino, a miles de metros de profundidad y, finalmente, afloran en forma de montes en el fondo del mar.
¿Cómo puede afectar a las Islas?
Los volcanes submarinos en Baleares están dormidos y no suponen ningún riesgo para la población de las Islas. Sin embargo, estas montañas bajo el mar tienen un papel indispensable para el mantenimiento del ecosistemas de las Islas, como puede ser el caso de las comunidades de coral y especies migratorias. De hecho, esta zona acoge a varias especies protegidas de gran valor comercial, como la gamba rosada. Y es fácil avistar entre aquellas aguas a especies de delfines, peces espada y mantas rayas saltando fuera del agua, mientras que en los fondos se suceden distintas comunidades, desde zonas de cuevas en la parte menos profunda con meros grises y erizos puercoespín. Los expertos han descubierto que en el escarpe de Emile Baudot también habitan otras especies menos conocidas como esponjas cristal, bosques de gorgonias, esponjas chupa-chups, peces trípode y pámpanos devoradores de medusas.
Por otro lado, y desde el punto de vista de las presiones derivadas de la actividad humana, los montes submarinos requieren de especial atención ya que, generalmente, debido a su elevada productividad, concentran especies de interés comercial y por tanto, son zonas objetivo de la industria pesquera. Por este motivo, desde hace años, los biólogos y especialistas reclaman al Gobierno que incluya el escarpe de Emile Baudot es la red de sistema naturales protegidos, tal y como incluye la Ley de Parques Nacionales.
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