Es una especie alóctona que se alimenta principalmente de boix (boj en castellano) tanto del autóctono (Buxus balearica) como del ornamental (Buxus sempervirens). Las boixedes autóctonas son los elementos principales de los que encontramos en Mallorca, considerados un hábitat protegido por la Unión Europea de acuerdo con la Directiva Hábitats. A consecuencia de su actividad, el papalló del boix defolia los árboles y se come las hojas y ramas más delgadas, por lo que es uno de los principales factores de amenaza actuales de la especie.
El Servei de Sanitat Forestal de la Conselleria de Medi Ambient i Territori y el grupo de investigación de Ecologia Interdisciplinària de la Universitat de les Illes Balears (UIB), con el apoyo de Red Eléctrica de España, piden la colaboración de la ciudadanía para detectar y localizar al papalló del boix. Especialmente, piden la implicación de excursionistas, amantes de la naturaleza, naturalistas y cualquier persona que observe un ejemplar, tanto en espacios naturales como en zonas urbanas.
Biodibal
Por ello, la UIB pone a disposición de la Conselleria la infraestructura de datos de biodiversidad y sus aplicaciones web y móvil del proyecto Biodibal. El portal www.biodibal.uib.cat es la base de datos de observaciones de biodiversidad más abundante de Balears y está diseñado para que sea una herramienta útil para gestores, investigadores y docentes.
Para facilitar el reconocimiento del papalló o cuca del boix, se ha editado un folleto divulgativo, ilustrado por Xavier Canyelles en formato digital, donde aparecen las fases de desarrollo de la especie, información del ciclo vital y de cómo hay que actuar si se encuentra algún ejemplar de esta especie introducida.
Si eso ocurre, el usuario puede facilitar la información a través de la aplicación móvil o de la web del proyecto Biodibal, junto con una fotografía del ejemplar observado.
Con toda la información recogida, se actualizará el conocimiento del área de ocupación de la especie y se podrán evaluar y planificar con más precisión las actuaciones de control en caso de que sean necesarias.
El papalló del boix tiene entre 25 y 40 milímetros de envergadura. La oruga puede llegar a los 44 milímetros. Por su parte, la crisálida oscila entre los 15 y los 20 milímetros. En esta época, mayo y junio, las orugas maduran y emergen los adultos, apareándose. En julio y agosto, los adultos pueden volar distancias de entre 5 y 10 kilómetros, y aparecen las primeras puestas de entre 5 y 30 huevos. Por la noche, sienten atracción por los focos de luz.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.