«La capacidad máxima de integración de oficinas que tiene CaixaBank, por su propia infraestructura, es cerrar de forma progresiva cada mes cinco centros de trabajo, entre oficinas y sucursales. Esta estrategia es a la que va en las Islas la entidad, con el objetivo estratégico de que en un año estén cerrados unos 60 centros», indicaron ayer desde UGT.
Los sindicatos están analizando ahora la propuesta planteada por la entidad bancaria, la cual será definida en la reunión que tendrá lugar la próxima semana en Madrid. Tras dar a conocer la entidad su oferta de recortes a nivel estatal y cierre de oficinas, el martes 27 se sabrá cómo quedan definidas en cada comunidad autónoma las regulaciones que se tengan que realizar. «El objetivo es reducir al máximo el recorte de empleos en Mallorca y resto de islas, que asciende momento a 358 trabajadores. La negociación se prevé muy dura, pero la entidad quiere propiciar e incentivar las salidas voluntarias en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), en las condiciones que se van a pactar», apuntaron desde UGT y CCOO.
La concurrencia de oficinas de Bankia y Caixabank en la práctica totalidad de los núcleos urbanos de las Islas, según los sindicatos, «es un problema añadido en este proceso de integración y reestructuración, pero el banco está apostando por la creación en los pueblos de grandes centros de trabajo y más especializados. Con esto se pretende aprovechar la experiencia de los empleados de ambas entidades en los pueblos, al conocer a la perfección su clientela, negocios y así como las actividades bancarias en cada comarca».
Ambos sindicatos entienden que el banco, en lo que concierne al cierre de oficinas, tenga en cuenta aquellas que son en propiedad o en alquiler.
En este sentido, CaixaBank ya ha iniciado la integración de los equipos profesionales de Bankia en su estructura. Aquí se encuadra el edificio central ubicado en Son Fuster, antigua sede de Bankia, en el que ya hay equipos de CaixaBank desarrollando su labor. Lo mismo sucede en la sede central de CaixaBank en la avenida Alejandro Rosselló de Palma, en la que se han incorporado ejecutivos de Bankia.
«Son equipos mixtos en los que se aprovechan las sinergías profesionales y de negocio a la perfección, para así ultimar este proceso de integración y colaboración», puntualizan desde la entidad.
Preocupación sindical
Los sindicatos UGT y CCOO en Caixabank-Bankia ven con preocupación este proceso de integración, por el efecto negativo que tendrá en materia laboral. Sin embargo, el ERE que quiere negociar la entidad va a facilitar las salidas voluntarias de trabajadores en ambos bancos con una serie de incentivos, tanto en lo que corresponde a indemnización como en los pluses que se abonarán dependiendo de la edad de los empleados. CaixaBank, en este sentido, va a dar todo tipo de facilidades a nivel económico y social.
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