Salud teme que la cuarta ola en Europa y la Península llegue a afectar a las Islas

Baleares es ahora una especie de oasis en medio de una cuarta ola que se va consolidando por lo que las instrucciones de las autoridades sanitarias son claras: se levantarán ciertas restricciones porque la situación es buena y el peligro de incremento de casos de Semana Santa ha pasado, pero se hará de forma muy lenta.

«El Govern lo que quiere es seguridad, por eso pedimos a empresas y sectores que cumplan con las medidas, por ejemplo, el 50 % del aforo en un espectáculo es para dejar sillas en medio, no cerrar medio recinto. Tampoco hay que dejar que la gente se aglomere en la caja a la hora de cierre de un comercio», ejemplificó la consellera Gómez quien dejó claro que ahora «el momento es delicado».

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A su lado, el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, dio por sentado que la cuarta ola de los demás territorios «se notará» en Baleares. Y enumeró los factores que hay que vigilar, ya sea la movilidad con otros territorios de mayor incidencia de casos o la medida en que se alivien las restricciones en las Islas algo que todavía se está negociando pero cuyo efecto rebote «siempre hemos visto».

Fin del Estado de Alarma
Además, en el fin del estado de alarma el 9 de mayo «también veremos en qué situación quedamos, son factores que influirán en si tardaremos mucho en ver una cuarta ola y si podremos contenerla», añadió el especialista.

Baleares notificó ayer 30 nuevos contagios de COVID-19, 14 menos que el día anterior. La incidencia acumulada en las Islas a 14 días era de 63,16 casos por 100.000 habitantes, algo más que hace una semana pero siempre estable alrededor de los 60. De hecho la incidencia a 7 días marca una inminente bajada de positivos en todas las Islas.