Armengol, este martes en el Parlament. | CAIB

Ni el previsible final del estado de alarma el próximo 9 de mayo ni el aumento de las vacunaciones –para hoy estaba prevista la llegada de una nueva remesa a las Islas– supondrán el final de las restricciones en Balears, «que durarán lo que hagan falta» según dijo varias veces la presidenta Armengol. También la consellera de Salut, Patricia Gómez, incidió en la misma línea.

La presidenta busca el modo de dar con alguna fórmula que le permita mantener el toque de queda, que es la parte más visible de las restricciones (marca la hora en que ya no se puede estar en la calle) y que compete al Gobierno estatal en el marco del estado de alarma. Dijeron que han sido esas medidas las que han disminuido la incidencia.

Tanto desde el PP como desde Vox reprocharon a Armengol su «autoritarismo». En la sesión plenaria de ayer –en el turno de preguntas de control al Govern– coincidieron los tres prismas de la pandemia: el sanitario (que incluye las estrategias de vacunación) el económico y el político. El PP, además, insistió en extender sospechas sobre la posibilidad de que existieran más cargos políticos vacunados saltándose el turno de los que han trascendido hasta ahora. «¿Cómo podemos saber si la propia presidenta Armengol no se ha vacunado?», preguntó la diputada Núria Riera a la consellera Gómez.

La consellera de Salut dijo que nunca se habían negado a colaborar con la Oficina Anticorrupció. «Claro que entregaremos la documentación que nos pide», indico. Y añadió: «Me sorprende que el PP siga la misma estrategia que la ultraderecha».

Noticias relacionadas

Tania Marí, otra diputada del PP, fue la primera en referirse al ‘autoritarismo' de Armengol.

«A una pandemia sanitaria, ha seguido una epidemia de autoritarismo». Marí había pedido qué planes tenía para la desescalada.

Impuesto turístico
Sobre cuál era la «hoja de ruta» del Govern, preguntaron también Lina Pons (PI), Patricia Guasp (Cs), Jorge Campos (Vox) y Gabriel Company.

«Tenemos una hoja de ruta marcada», dijo Armengol que apostó por una «desescalada lenta» (también para el sector de la restauración y el ocio) que se guiará por «criterios técnicos» y tendrá el aval de los tribunales. Afirmó que eso había sido así desde el primer momento y que continuaría cuando venciera el estado de alarma.

Campos, de Vox, se erigió en defensor de los bares y le preguntó a Armengol «qué le han hecho a usted los bares» para seguir con medidas «en contra de la libertad». «Elimine el toque de queda», insistió.