La restauración lleva cerrada desde el 13 de enero. | M. À. Cañellas

El Govern aprobará el viernes la flexibilización de las actuales restricciones para frenar la propagación del coronavirus, que entrarán en vigor el próximo martes día 2 de marzo, y que contemplan la reapertura de la hostelería. Desde el pasado 13 de enero, bares y restaurantes de Mallorca solo pueden servir a domicilio o para llevar. Por el momento, no se ha detallado cómo será la desescalada, por lo que el sector de la restauración urge al Ejecutivo concreción con el fin de tener tiempo suficiente para poder prepararse.

Los empresarios de la restauración quieren conocer cuanto antes las condiciones de la reapertura para poder sacar a los trabajadores de los expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE), así como para adecuar los locales y encargar las provisiones. Desde el Govern ya han advertido en reiteradas ocasiones que la desescalada será lenta y se plantea permitir solo la actividad en las terrazas y con horario hasta media tarde al menos, hasta mediados de marzo.

Desde antes de Navidad y hasta el 13 de enero, cuando se cerraron bares y restaurantes, ya solo se podían utilizar las terrazas hasta las 22.00 horas entre semana; y hasta las 18.00 horas los viernes y vísperas de festivos. Los restauradores creen que esta opción sería la lógica, al entender que entre semana no habría aglomeraciones en los establecimientos y favorecería su actividad puesto que el día se está alargando y el tiempo mejora.

Temor

Sin embargo, desde el Govern son más partidarios de decretar el cierre de la hostelería a media tarde todos los días ya que temen que el ‘tardeo' de los viernes se traslade a los jueves. Aunque los restauradores pidieron hace quince días que en la reapertura de día 2 se autorizara la actividad en los interiores, parece ser que no será hasta mediados de marzo. Solo un 15 % de bares y restaurantes cuentan con terraza, por lo que la mayoría están cerrados desde antes de Navidad.

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El portavoz del Govern, Iago Negueruela ha descartado una apertura amplia a pesar de que los indicadores sanitarios y epidemiológicos son muy buenos. Balears es la comunidad que presenta una mejor situación, junto con Canarias, pero pese a ello es que la mantiene unas restricciones más duras y así seguirán al menos una semana más.

El conseller insistió en que la desescalada debe hacerse de forma muy lenta «por prudencia», aunque todos los indicadores permitirían una apertura mucho más amplia según el semáforo de niveles que aprobó el propio Govern. Negueruela no descartó que el semáforo se modifique, a la vista de que el propio Ejecutivo lo está incumpliendo. «Hay elementos nuevos que no se tenían cuando se aprobó, como por ejemplo la cepa británica», dijo sobre este asunto.

«Haremos lo que nos digan los expertos», insistió. Hasta hace unos días el argumento del Govern para no relajar las restricciones era la cepa británica, pero la realidad es que, de momento, los contagios siguen bajando. El conseller añadió ayer una nueva razón para no liberar restricciones: que la insularidad hace que sea más peligroso un rebrote porque el sistema sanitario es diferente al de la Península, donde puede haber apoyo de otros territorios.

«Hay que extremar la prudencia, como dicen los expertos, y cada comunidad que haga lo que crea que tiene que hacer», contestó el conseller cuando se le preguntó por qué otras comunidades con una peor situación de contagios tienen menos restricciones que en Balears.

Negueruela informó de que esta semana se reunirá con el sector para informarles de la flexibilización de las medidas. Se reunirán con los sectores afectados y convocarán una Mesa de Diálogo Social uno de estos días antes de que el viernes se reúna el Consell de Govern para aprobar el nuevo marco de actuación.

Además de la flexibilización de la restauración, también se podrían suavizar las restricciones en los gimnasios, donde está prohibido el uso de los vestuarios.