La Federación de Empleados de los Servicios Públicos de UGT ha recordado la existencia de esos servicios sanitarios y de medicina del trabajo de los servicios de prevención de riesgos laborales de las distintas Administraciones: central, Defensa y ayuntamientos, que propone que apoyen la campaña de vacunación de COVID-19.
El sindicado recalca en un comunicado que es personal «altamente cualificado y con mucha experiencia».
UGT considera que los servicios de prevención públicos, y en especial sus servicios sanitarios y de medicina del trabajo, «están obligados normativamente a una coordinación en caso de pandemias u otras crisis sanitarias y en especial, para el desarrollo de acciones preventivas y de vacunación».
Según UGT, la pandemia de COVID-19 se puede calificar como un riesgo sanitario en los centros de trabajo y, al estar definido su contagio como accidente de trabajo, debe ser objeto de medidas preventivas.
Con esos argumentos, UGT ya ha presentado una petición a la Delegación del Gobierno en Baleares y a los comités de Seguridad y Salud para que «se valore la idoneidad de incorporar los servicios de prevención públicos en la campaña de vacunación de COVID-19».
La FeSP-UGT argumenta que tienen una gran experiencia en la convocatoria y gestión de los reconocimientos médicos y en la campaña de vacunación de la gripe común, para los que realizan los llamamientos y la asignación de turnos, «por lo que podrían gestionar perfectamente las vacunaciones de la COVID-19».
Además, los servicios de prevención públicos ya tienen identificadas a los trabajadores «especialmente sensibles a la COVID», lo que facilitaría una aplicación preferente y ordenada de la vacuna a este colectivo.
El sindicato recalca que tanto Administraciones como empresas, «con el objetivo de proteger a sus trabajadores y su actividad empresarial, aportarán de buen grado su colaboración con los servicios de prevención públicos y toda su capacidad de organización» para que sus plantillas sean inmunizadas en el menor plazo posible.
El sindicato recuerda que la normativa vigente establece que la dotación mínima de profesionales es de una Unidad Básica de Salud por cada 2.000 trabajadores, lo que supone un médico y un enfermero a jornada completa.
UGT cree que si cada UBS aplicara solamente 25 vacunas diarias, en 80 días estarían inmunizados el 100 % de los efectivos a su cargo, o 160 días en el caso de requerir dos dosis, lo que significaría el 100 % de la población trabajadora.
El sindicato hace un llamamiento a las autoridades sanitarias para que analicen esta propuesta por ser «un recurso altamente eficiente para una campaña de vacunación, en la que está en juego la salud de la población y también la buena marcha de la economía».
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