Negocios con las persianas bajadas, una de las imágenes de esta crisis. | Jaume Morey

La crisis sanitaria que ha paralizado la mayoría de actividades desde el pasado 15 de marzo, cuando se declaró el estado de alarma, y la certeza de que este año no habrá temporada turística en las Islas pone en peligro la viabilidad empresarial balear. Un nuevo estudio de la Fundació Impulsa publicado ayer pone de manifiesto que el 85,5 % de las empresas anticipa riesgos comerciales y de liquidez en esta fase de la crisis.

La falta de efectivo monetario es uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchas empresas, que deben seguir haciendo frente a une serie de gastos pese a hace más de un mes de que no tienen ningún ingreso. De ahí, que la medida de ayuda pública más demandada por los empresarios de las Islas sea la aplicación de exenciones en las cotizaciones a la Seguridad Social, algo que respaldan el 86 % de las empresas.

Esta no es la única medida que reclaman, pues casi un 82 % considera que se debe aplazar el pago de tributos sin penalización o cargo; cerca del 76% aboga por acordar con instituciones financieras préstamos sin intereses, avales o líneas de crédito adicionales; el 60,6 % es partidario de reducir el coste financiero soportado por las empresas; y el 46 % pide la suspensión temporal de los pagos de préstamos. Ante esta situación, el director técnico de la Fundació Impulsa, Antoni Riera, insistió en «la necesidad de formular una estrategia integral que en el tránsito hacia una nueva normalidad vele por la salud pública, la viabilidad empresarial y la efectividad del gasto público».

Impacto

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La encuesta revela que la actual crisis tiene un impacto muy negativo para el 80 % de los empresarios y casi la totalidad de los entrevistados ha anotado una caída de ingresos, ventas o flujo de operaciones.

Asimismo, siete de cada diez empresas han aplicado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo y más de la mitad han revisado los contratos con clientes y proveedores. Aún así, en el primer mes de confinamiento, la pérdida media de ingresos (-79 %) supera al recorte de empleo (-66,6 %).

El tejido productivo ya ha perdido más de 900 millones

Al cierre de la quinta semana del estado de alarma, el tejido productivo de Balears encaja una pérdida de 905,83 millones de euros, cifra equivalente al 2,8 % del producto interior bruto anual.

Este marcador ha sumado entre los días 13 y 19 de abril un total de 293,69 millones de euros, los cuales corresponden al valor añadido no generado en los segmentos afectados por la paralización de la actividad.