El turismo alemán desciende más que el británico, según la Federación Hotelera. | Pilar Pellicer

Ya lo dijo a finales de semana el presidente de la patronal hotelera estatal CEHAT, Juan Molas: «Con el verano ya iniciado, ninguna zona tiene colgado el cartel de ‘completo', a diferencia del pasado año». Esta situación se extiende a Mallorca, donde junio acabó con una ocupación hotelera media del 85 % y el estado de reservas para el mes de julio que empieza mañana es del 75 %, según datos de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM). Se trata de cifras ligeramente inferiores a las del pasado año en temporada alta, cuando ya registraron un descenso en comparación con 2017.

Desde la patronal que preside Maria Frontera reconocieron que se está produciendo una ralentización del ritmo de las reservas como consecuencia, entre otras causas, del menor crecimiento de las principales economías europeas y de factores «ya conocidos por todo el mundo», como la vuelta a primera línea de los destinos competidores de la ribera sur y oriental del Mediterráneo. Turquía, Egipto y Túnez realizan fuertes ofertas e impulsan campañas de captación de cuota de mercados subvencionadas por sus respectivos gobiernos, además de tener la capacidad de jugar con la devaluación de la moneda en su favor.

En cuanto a los principales mercados para Mallorca, las previsiones de la FEHM apuntan a un descenso respecto del pasado año, si bien el británico resiste mejor que el alemán. A día de hoy se puede hablar de entre un 4 % y un 6 % de descenso en las reservas de turismo británico, mientras que en lo que al turismo alemán se refiere la bajada oscila entre el 10 % y el 15 % en comparación con el verano anterior.