Galmés, Prohens, Estaràs, Company y Fuster, dirigentes del PP, a su llegada a la reunión de la directiva del partido. | Jaume Morey

No habrá vendetta, ni exigencia de responsabilidades, ni peticiones de dimisiones, al menos por ahora. El PP balear cierra filas con su presidente, Gabriel Company, y se conjura para recuperar parte del voto perdido en las pasadas elecciones a manos de Cs y Vox.

«Somos el único partido de centro derecha, frente a la extrema derecha de Vox y la socialdemocracia de Cs», dijo el secretario general Antoni Fuster, que señaló que el PP mantendrá un discurso «moderado».

Todos los cargos consultados aseguraron que ahora es imprescindible ponerse a trabajar para que los resultados del día 26 de mayo sean mejores que los del pasado domingo y para que la formación quede como segunda fuerza política.

A pesar de que en las filas del Partido Popular hay un sector crítico con Company, el mensaje lanzado este martes es que ahora no toca tomar decisiones. «Hay que ir unidos todos juntos hasta las elecciones para recuperar la confianza de sus votantes», señaló una de las voces críticas con la actual dirección del PP. En las filas del PP balear, incluida la corriente crítica, consideran que los resultados tienen más que ver con la política nacional que con la balear.

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Todos ellos salvan a Margalida Prohens de cualquier responsabilidad en los resultados y minimizan que tuviera menos votos que Maria Salom al Senado. De hecho, en el comité de dirección, Pablo Casado informó de que se había dado un fenómeno similar en toda España, donde los votantes de centro derecha dividieron el voto y eligieron a candidatos de formaciones diferentes. En Madrid, por ejemplo, la lista al Congreso tuvo 700.000 votos y Pío García Escudero obtuvo más de un millón de votos al Senado.

También libran a Company, aunque esperarán a después de las elecciones autonómicas y municipales para pedir responsabilidades al presidente si no hay una mejoría de los resultados con respecto al domingo. El análisis que se hace en el PP es que el voto en clave nacional les ha perjudicado, pero sus resultados serán mejores en las autonómicas por el arrastre de las candidaturas municipales. El PP cree que el PSOE perderá parte de los votos que le han llegado de Més. En las pasadas elecciones autonómicas, Més tuvo 60.000 votos en Mallorca y en las elecciones del domingo solo logró 21.195.

El PP entiende que una buena parte de estos votos han ido al PSOE ya que Podemos también ha bajado. El PP confía en sumar votos y espera que el PSIB baje, lo que les permitirá rebajar la distancia de casi diez puntos que hay entre ellos.

Los ‘populares' reunieron este martes a la Junta Directiva para analizar los resultados, se reconocieron los malos datos, se constató que la división de la derecha les ha perjudicado y que la irrupción de Vox ha movilizado a la izquierda.

«No estamos hundidos», señaló el secretario general, quien aseguró que en las próximas elecciones apelarán al voto útil, pero con un programa completo. «Si la derecha no quiere que Francina Armengol sea la presidenta, vamos a pedirles el voto útil porque, si no, ya se ha visto qué pasa», dijo.