Jaume Vadell, profesor titular de Fisiologia Vegetal del Departament de Biologia de la Universitat de les Illes Balears (UIB), comenta que «el cambio climático es evidente y repercute sobre todo en el aumento de la temperatura a nivel global. Por tanto, tiene consecuencias sobre la agricultura y el medio ambiente en general. En Balears, la incidencia sobre el ciclo hidrológico no es segura. Podrá llover más o menos, pero, con temperaturas más altas, las precipitaciones serán más intensas y violentas, y no sólo limitadas al final del verano o el principio del otoño, como ha sido característico del clima mediterráneo».
Impacto
Tras estas consideraciones generales, Vadell precisa que «con mayores temperaturas, aunque pueda llover más, los cultivos y la vegetación en general tendrán mayores necesidades de agua. Con temperaturas más altas, también habrá más evaporación de agua y, por tanto, menos recarga de acuíferos. En definitiva, el impacto será muy claro: habrá más necesidad de agua y menos disponibilidad de la misma».
Todo ello nos lleva, según el profesor de la UIB, al siguiente proceso: «Menor producción agrícola, menos presencia de materia orgánica en las tierras, más procesos erosivos, empobrecimiento del suelo y desertificación, con un resultado de paisaje con menor cobertura vegetal. No se trata de ser apocalíptico, pero el suelo tendrá menos capacidad para producir».
Por tipos de cultivos, Jaume Vadell hace los siguientes análisis: «Los frutales necesitan pasar por un período de frío que con el cambio climático se verá reducido. Las viñas, que en Mallorca pasan por el período de mayor esplendor de toda su historia, con una calidad competitiva en todo el mundo, podrán ver afectadas la cantidad y la calidad de las uvas, pues sus variedades tienen una exigencias térmicas concretas. En cuanto a los cereales, se trata del cultivo menos competitivo y con condiciones menos favorables. Contribuye al mantenimiento del paisaje, pero presenta una rentabilidad muy limitada y dependiente de las ayudas europeas. Grandes extensiones de cereales son gestionadas por pocos payeses, pero les afectará la menor disponibilidad hídrica. Respecto a las hortalizas, tal vez sean de los cultivos menos afectados. Necesitan agua, pero su mayor problema es de competitividad. Desde hace tiempo se habla del producto local y de proximidad, y de la disposición a pagar más por un producto de calidad, pero creo que los que pueden hacerlo son pocos y siempre los mismos».
Ganadería
En cuanto a la ganadería, Vadell apunta que «es igualmente muy poco competitiva, con la excepción de la producción de queso en Menorca. Sin embargo, en Mallorca, la ganadería ya es escasa. El vacuno es poco relevante y el porcino, pese a su tradición, también ofrece una producción pequeña. No hay que olvidar que la mayor parte de nuestra sobrasada se elabora con carne de fuera. El ganado ovino es el más importante en número, pero, al igual que el cereal, su rentabilidad es escasa, con precios estancados, y depende de las ayudas europeas. El cambio climático empeorará este panorama, que actualmente ya es negativo».
Para Vadell, las prácticas a realizar para paliar o mitigar las consecuencias del cambio climático en nuestra agricultura se resumen en «conservar al máximo las reservas de agua y la capacidad productiva del suelo, manteniendo un nivel de materia orgánica que suministre nutrientes al terreno y regule el ciclo hídrico con una adecuada filtración del agua. Y más en detalle, habrá que manejar variedades adaptadas a las exigencias climáticas, especialmente en frutales y cereales».
El profesor de la UIB señala que «para mantener el nivel adecuado de materia orgánica en el terreno, ya que no podremos contar con la tradicional aportación de la ganadería, tendremos que recurrir al compost, es decir, a la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos para garantizar la funcionalidad del suelo. Y en cuanto a las reservas hídricas, tendrá que ser obligatorio e imprescindible el máximo aprovechamiento de las aguas depuradas. Ahora ya contamos con casi 2 hectómetros cúbicos en las balsas de las depuradoras, pero su aprovechamiento se limita al verano. Tendrá que ampliarse al invierno, con nuevas infraestructuras en forma de grandes lagunas para el riego. Por su parte, en los núcleos urbanos sería conveniente la separación entre aguas pluviales y residuales».
Jaume Vadell concluye que «debemos tener una visión de la agricultura que vaya más allá de la producción de alimentos. La agricultura, además, tiene una función ambiental y paisajística, y, por tanto, en nuestro caso, también turística. Ante el cambio climático, además de las medidas apuntadas sobre el suelo y el agua, no queda más remedio que apostar por unos productos de calidad y con valores añadidos locales: el vino, el aceite o la hortaliza fresca. No tenemos problemas con la calidad, sino con la competitividad frente a productos de fuera mucho más baratos».
Los problemas provocados por fenómenos climáticos extremos ya no son una amenaza, son un hecho. Y la agricultura, aunque ya castigada, debe prepararse para ello al igual que el resto de sectores.
12 comentarios
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Tot això està arreglat amb la nova llei agrària...
L'agricultura: plàstics, cordes d'embalar i mànegues de regs acaben escampades pel camp o en els estómacs dels animals i aquí ve la paraula de l'any ... micro plàstics en les vísceres dels animals ... frit Mallorquí. Dels nitrats, adobs i peps des bèstia .. no ho comento.
Los cambios siempre se han producido ya que forman parte intrínseca en la evolución. El miedo a los cambios tambien esta fundamentado y sino que le pregunten a los neardentales (alguno quedará entre nuestra fauna política). Lo realmente malo es el estancamiento y la incapacidad para adaptarse a los nuevos tiempos, el anclarse en el pasado y no ser capaz de afrontar el futuro es el verdadero peligro. Y debería aplicarse a todos los niveles empezando por la política, que solventa los problemas cuando ya no existen y materializa los problemas futuros (cada vez más rápido y cada vez más devastadores).
Com sempre, la UIB fent informes que no diuen res de nou i que no es sapiga.
Sera que no ha visto lo que a caido en mallorca esto año.... Yo creo que hemos tenido bastante lluvia y si me apuras y lo comparamos con otros años....
Tranquilos. Aquí mientras haya campos de golf y piscinas para los ricachones mafiosos, tramposos y esclavistas, no problem.
L'agricultura no és tan verda com la pinten, contamina més del que pensam.
@yo , @contribuyente y @tofol ... PARECÉIS el mismo ... ojalá tuvieses razón ...
incredulos y rendidos a un sistema sin futuro........
Todo mentira, un gran negocio y estafa de dimensiones planetarias lo que nos han colado, siempre con el mismo rollo, no me creo nada.