Vista de Tagomago desde el mar. | Daniel Espinosa

La organización de conservación marina Oceana ha aportado datos procedentes de sus expediciones a las consultas públicas del Govern para mostrar su apoyo a la creación de tres nuevas reservas marinas (Punta de Sa Creu, en Formentera, Tagomago en Ibiza y la Illa de l'Aire en Menorca).

Según han informado este miércoles, los tres enclaves representarán un impulso a la protección de hábitats importantes para muchas especies, como praderas de posidonia y fondos de coralígeno.

El director de Investigación y Expediciones de Oceana en Europa, Ricardo Aguilar, ha explicado que la creación de estas reservas «es una excelente noticia para especies amenazadas y también para la pesca, ya que las tres incluyen zonas de interés para especies comerciales». Por esto, espera que «sea posible declararlas durante esta legislatura».

«Si además avanzan las otras iniciativas de parques nacionales -ampliar Cabrera y crear uno nuevo en las montañas submarinas del Canal de Mallorca-, Baleares podría llegar al compromiso internacional de proteger un 30% de sus aguas antes de 2030 y convertirse en un referente de conservación marina», ha manifestado.
Oceana considera que la conservación «es compatible» con la pesca de artes menores y recreativa de bajo impacto en estas futuras reservas.

En las propuestas remitidas, proponen establecer medidas de control y un seguimiento periódico de las actividades humanas y la biomasa de peces, para comprobar y asegurar un buen funcionamiento de las reservas.

En la Punta de Sa Creu, Oceana ha documentado praderas de posidonia, fondos de algas rojas calcáreas (maërl) y arrecifes coralígenos.

En zonas profundas destacan cañones submarinos, densas agregaciones de esponjas, concreciones de ostras y bosques de coral bambú (Isidella elongata), que se encuentra en peligro crítico de extinción en el Mediterráneo y está protegido por el Convenio de Barcelona.

En Tagomago, Oceana ha hallado extensas praderas de posidonia y fondos de coralígeno bien conservados. Además, destaca la presencia de madrépora mediterránea (Cladocora caespitosa), protegida por el mismo Convenio.

Por su parte, la Illa de l'Aire presenta cuevas sumergidas -algunas con estalactitas y estalagmitas-, zonas rocosas, praderas de posidonia y cañones submarinos.

En sus aguas, pueden encontrarse especies amenazadas como el cachalote y el mero (Epinephelus marginatus), bancos de pez limón (Seriola dumerili) y crustáceos protegidos como la cigarra de mar (Scyllarides latus).