Gabriel Escarrer: «La ecotasa y la turismofobia son un bomba para nuestra competitividad»

¿Qué opina de la polémica se montó por las declaraciones de su presidente en la inauguración del Palacio de Congresos?

—Creo que la discrepancia de la sociedad civil ante las políticas públicas es legitima en democracia y muy saludable, pero realmente esta polémica me parece algo artificial. Se trataba de una inauguración muy esperada y muy beneficiosa para Palma y para Balears. Todo lo demás nos parece ruido político muy poco afortunado, la verdad.

¿Considera lógico que el Govern doble el precio de la ecotasa ?

—El llamado impuesto turístico supone un doble gravamen, puesto que los hoteleros ya pagamos todos los impuestos y tasas, con una presión fiscal que es ya una de las más altas de la Unión Europea. El doblarla para 2018 solo se justifica porque se hace para cubrir el déficit de financiación autonómica y pagar una serie de gastos e inversiones que no van dirigidas a la sostenibilidad turística, sino a financiar obras y gasto corriente, y por ello nos parece injusto que se penalice únicamente al sector hotelero. La ecotasa se duplica solo para contentar algunos socios del Govern.

¿Mermará ello la competitividad turística de Balears ?

—En un momento en que parece que los destinos competidores del Mediterráneo oriental y norte de África se recuperan, esto va a perjudicar gravemente, sin duda, a nuestra competitividad: el incremento de la tasa incrementa el coste medio de las estancias de una clientela. Si a ello le añadimos los ataques de turismofobia como los de este verano, y los mensajes de que no queremos tantos turistas son una bomba de relojería para nuestra competitividad.

¿Cómo ve la temporada 2018?

—A día de hoy, las perspectivas que tenemos para las Islas no son tan positivas: se estima que habrá un importante desvío de vuelos chárter británicos hacia otros destinos del Mediterráneo por la ecotasa. Parece que la voluntad de algunos de que vengan menos turistas podría cumplirse, pero hasta tal punto que podría ser muy negativo para todo el sector productivo.

Balears se ha encarecido y los touroperadores miran hacia otros destinos por ser más baratos.

—Esto es cierto. Creo que el mensaje correcto es el es el de ofrecer calidad y atraer un turismo de mayor calidad. En eso estamos trabajando muchos de nosotros, pero toda la oferta que no se ha renovado y reposicionado podría sufrir por la competencia en costes con los destinos competidores.

¿Qué opina de la turismofobia ?

—Estos ataques, junto con los mensajes de que nos sobran turistas, son peligrosos y afectan a los mercados. Creo que la sociedad debería tomar conciencia del daño tan importante que esto produce a nuestra imagen y a nuestra principal fuente de riqueza y de empleo.

¿La actual ley resuelve el problema del alquiler turístico?

—Creo que la ley trata de afrontar esta compleja problemática, pero por sí sola no resuelve gran cosa: establece un techo de plazas aún sin precisar, una bolsa de plazas que nadie sabe cómo funcionará, la necesaria zonificación que, probablemente, se tardará años en determinar. Hay un sin número de medidas de aplicación que no están determinadas y toda una serie de instrumentos de ordenación que no saldrán de hoy para mañana.

¿Podrán todos los hoteleros asumir el alza salarial del 17 % ?

—Es justo reconocer el esfuerzo de los trabajadores y compartir el buen resultado económico. El diálogo y el consenso con los interlocutores sociales son clave para el éxito de nuestro proyecto empresarial, por lo que considero que es un buen convenio. Creo que como en cualquier actividad empresarial, los que hayan hecho mejor los deberes podrán asumir el reto y los que no, tendrán más dificultades.

¿Se han reposicionado Magaluf y Platja de Palma?

—Nuestro proyecto de reposicionamiento de Magaluf es un claro ejemplo de que la colaboración público privada ha hecho posible avanzar en la mejora consistente y consensuada del modelo turístico, incluyendo a otros sectores como el pequeño comercio. Respecto a Playa de Palma el proceso ha sido históricamente más complejo, aunque es de valorar el esfuerzo de la iniciativa privada

¿Qué opina la idea del Govern de decrecer en verano y crecer en el resto de meses?

—Habrá que esperar a ver cómo se pone en práctica la estrategia del Govern para poder valorarla, pero la extensión de las temporadas no se impone por decreto, sino haciendo el producto atractivo, competitivo y diversificando.