Imagen virtual del proyecto de la Ópera de Santiago Calatrava que no pudo mostrar en el 2007 . | Redacción Local

Matas vuelve al banquillo esta semana. Seis días después de ser juzgado por contratar a los arquitectos del Palma Arena, le toca responder por otro profesional del mismo gremio: Santiago Calatrava. El martes arranca el juicio del ‘caso Ópera’ en la que la Fiscalía reclama un año y tres meses de cárcel al expresident por un delito de tráfico de influencias.


El ministerio público sostiene que Matas decidió de forma unilateral contratar al arquitecto para poder presentar un proyecto emblemático de cara a las elecciones autonómicas de 2007, las últimas a las que concurrió como cabeza de cartel del PP antes de su retirada de la política y el inicio de sus problemas judiciales.El objetivo que buscaba era «favorecer sus intereses propios como candidato a la presidencia del Govern», según el ministerio público. El proyecto elegido, de acuerdo con la calificación provisional era de imposible realización, no contaba con ningún estudio económico de viabilidad ni de ubicación.

De hecho, ese palacio de la ópera se tenía que construir en terrenos que dependen del Estado. Para llevar a la práctica su intención, Matas contactó con Calatrava en febrero de 2007 y alcanzó con él «un acuerdo verbal» para que presentara un anteproyecto, un vídeo y dos maquetas de un edificio destinado a ópera y artes escénicas, por 1,2 millones de euros. La presentación del proyecto se vio frustrada por una resolución de la junta electoral que lo impidió ante la cercanía de las elecciones. Como responsabilidad civil, la Fiscalía exige 120.000 euros a Matas.


En la vista previa de este juicio, que se celebró el pasado mes de junio, Matas ya dejó entrever que asumirá parte de los hechos pero que discutirá la extensión de la condena. El expresident fue condenado ya por tráfico de influencias y cumplió nueve meses de cárcel por este delito a raíz de las subvenciones que ordenó pagar a la empresa del redactor de sus discursos, el periodista Antonio Alemany. Después de éste, el expresident no tendrá que volver a la Audiencia hasta el mes de noviembre por otras dos piezas del Palma Arena. Entonces ya conocerá alguna de las sentencias de sus juicios de septiembre y seguirá esperando por Nóos.