Pese a la recuperación económica, los trabajadores de Balears son más pobres que antes del inicio de la crisis.

La recuperación económica es «asimétrica» ya que el poder adquisitivo de los trabajadores no evoluciona al mismo ritmo que el crecimiento económico. Así se desprende del Índice de Costes Laborales de las Illes Balears (ICLIB), un nuevo indicador que elabora el Institut Balear d’Estadística (Ibestat) y que ayer presentaron el conseller de Treball, Iago Negueruela, y el director general d’Economia, Llorenç Pou.

Uno de los datos que se extraen de este nuevo indicador es que el poder adquisitivo de los trabajadores todavía es inferior al de antes de la crisis, pese que el crecimiento económico ya ha recuperado el ritmo de los años de expansión.

Negueruela reconoció que se trata de una realidad que ya conocía si bien ahora disponen de una herramienta que permitirá conocer con un mayor alcance la evolución de los salarios de acuerdo con otros indicadores, como el IPC (precios) y el PIB cada trimestre. De acuerdo con el nuevo indicador, los salarios han aumentado un 5,1 % entre 2009 y 2016. Sin embargo, el poder adquisitivo de los trabajadores en 2016 era un 3,4 % inferior al de 2009 ya que en este período el IPC subió un 8,8 %. «Los datos refuerzan el argumento que ya afirmamos desde el Govern, de que los efectos de la crisis han afectado a los salarios», sentenció el conseller.

En cuanto al crecimiento económico, los costes laborales han registrado un incremento mucho más moderado, del 2,6 %, que el de la creación de riqueza económica entre 2013 y 2016. En este período de recuperación económica, el crecimiento acumulado del producto Interior Bruto (PIB) se situó en un 11,6 %, muy por encima del aumento de los costes laborales.

Una vez más, el titular de Treball insistió en la necesidad de que los empresarios suban los salarios «ya que vemos que se dan las condiciones para que eso se pueda efectuar», si bien reconoció que su margen de actuación es escaso. En cualquier caso, indicó que el nuevo indicador debe permitir a los agentes sociales y económicos valorar todos los datos para contribuir a que, después, se adopten medidas para que se dé un incremento salarial «claro», y comprobar que «los efectos de la crisis se han trasladado de forma clara a los trabajadores».

Productividad

Otro dato que se obtiene es que en el periodo 2009-15, los costes salariales han crecido un 4,2 %, pero la productividad por hora trabajada ha aumentado un 10,9 %, de modo que, cada hora trabajada cuesta un 6,9 % menos a las empresas. Es decir, que en 2015, cuando se tienen en cuenta lo que se paga en concepto de costes laborales pero también la productividad del conjunto del sistema, «cada hora trabajada costó al empresario un 6,1% menos que antes de la crisis».