Barcelona: Ter Stegen; Alves, Pique, Mathieu, Jordi Alba; Mascherano, Rafinha (Rakitic, min.68), Iniesta; Messi, Neymar y Luis Suárez.
Villarreal: Asenjo; Mario Gaspar, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Pina, Bruno (Trigueros, min.32), Jonathan dos Santos (Rukavina, min.53), Cheryshev (Moi Gómez, min.73); Vietto y Giovani.
Goles: 1-0: Messi, min.41. 1-1: Trigueros, min.47. 2-1: Iniesta, min.49. 3-1: Piqué, min.64.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a Pina (min.66), Víctor Ruiz (min.70), Musacchio (min.70) y Luis Suárez (min.85).
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 57.378 espectadores. Antes del encuentro, se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento, a los 80 años, del exentrenador alemán del Barcelona Udo Lattek.
El Barcelona puso esta noche un pie en una nueva final de la Copa del Rey al vencer por 3-1 al Villarreal, al que, sin embargo, dejó escapar vivo del Camp Nou, pues Neymar falló un penalti, cuando peor lo estaba pasando el conjunto amarillo, que podía haber dejado resuelta la eliminatoria.
Aunque Marcelino repitió el mismo once que plantó cara al Barça en la Liga, el planteamiento de los visitantes nada tuvo que ver con el de hace diez días.
El Villarreal radicalizó su apuesta defensiva con el propósito de evitar otro partido de ida y vuelta en el que Barcelona de Luis Enrique se siente, hoy día, como pez en el agua.
El objetivo no era otro que el de evitar que pasaran muchas cosas esta noche en el Camp Nou y provocar que la eliminatoria se tuviese que decidir en El Madrigal.
Los visitantes lo lograron durante los primeros cuarenta minutos, en los que el Barça evidenció uno de sus mayores pecados del pasado: su obstinación por fabricar todo su fútbol por el centro renunciando al desborde por las bandas.
Un par de tiros de Messi que ni siquiera inquietaron a Asenjo y un gol bien anulado a Mathieu por fuera de juego había sido todo el bagaje ofensivo del conjunto local hasta que llegó el 1-0 a falta de cuatro minutos para llegar al descanso.
Sin acierto en la elaboración, y enmarañado en las dos líneas de cuatro del rival, la jugada tuvo que venir del único error defensivo del Villarreal en toda la primera parte: una cesión defectuosa de Pina a Musacchio que Luis Suárez interceptó para correr la banda izquierda y ceder el balón a Messi, quien fusiló desde la frontal.
El gol sacudió el partido, hasta entonces bastante anodino. El propio Luis Suárez estuvo a punto de hacer el segundo con un tiro que cruzó demasiado y en un remate de Iniesta que quiso desviar al fondo de la red y al que llegó unas décimas tarde.
El Villarreal, que no se había acercado a las inmediaciones del área azulgrana en toda la primera parte y que además había perdido por lesión a Bruno, su hombre clave en la medular, por fin dio señales de vida en la última jugada antes del descanso: un remate de primera de Vietto a pase de Cheryshev que Ter Stegen envió a córner.
Empezó loco el segundo tiempo. En la primera jugada ofensiva del Villarreal, y con Jonathan dos Santos en el suelo lesionado, Luis Suárez regaló el balón a Trigueros, que sorprendió a Ter Stegen con un derechazo desde la frontal del área.
El balón se coló como un obús por el centro de la portería, dejando retratado al meta alemán, que pudo haber hecho más para evitar el gol.
Pero la alegría de los de Marcelino duró dos minutos, el tiempo que tardó Iniesta en inventarse una pared genial con Luis Suárez para hacer el 2-1 y anotar su tercer gol de la temporada, los tres en la Copa. Para colmo de males visitantes, Jonathan abandonaba roto el terreno de juego, dejando su plaza a Rukavina.
El tanto de Iniesta pareció golpear al Villarreal y el Barça, de la mano de un incombustible Macherano -enorme su partido en la medular- y de un hiperactivo Luis Suárez, volvió a dominar el choque a su antojo.
Piqué, a la salida de un córner, cabeceó en el segundo palo para hacer el 3-1. Aun quedaban 25 minutos por jugarse y el conjunto castellonense estaba grogui.
Un penalti que el árbitro señaló por mano de Musacchio hubiera supuesto la puntilla para el 'sumarino amarillo', pero el Barça malgastó la pena máxima.
Messi, en una decisión sorprendente, dejó lanzarla a Neymar, quizá para animarlo al estar firmando un partido más que discreto, pero Asenjo adivinó la intención del brasileño.
El fallo de Ney reanimó al Villarreal, que se estiró a por el segundo en la recta final del partido. El Barcelona, algo más cansado, ya no presionaba tan arriba y la defensa azulgrana tuvo que achicar unos cuantos balones para evitar que los de Marcelino crearan verdaderos problemas a Ter Stegen.
Pese a ese último arreón visitante, fue Luis Suárez quien volvió a rondar el gol en la última jugada del partido. El uruguayo vio a Asenjo adelantado y probó el no-gol de Pelé, con idéntico resultado.
3 comentarios
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barça-español final sede : la romareda zaragoza
Un jugador que vale 100 millones no puede tirar un penal como si estuviera en el patio del colegio. Ya en Bilbao pudo haber marcado más goles y por su chulería no los metió. A ver si espabila y si no que pongan a Pedro, que tiene ganas.
Bien para el Barça y mal para el Bilbao, me hubiese gustado una final Barça-Atletic jejejejejeje Esperanza, Esperanza..........