La rotativa es el conjunto de máquinas que dan forma a lo que será el periódico físico. | Moisés Copa

Diariamente, los periodistas escriben varios temas de interés en la sociedad que se pueden leer en la web o al día siguiente en papel. Para hacer realidad el formato físico de todos estos artículos es necesaria la rotativa (ubicada en Montecristo), el lugar donde se produce Periódico de Ibiza y Formentera durante todo el año, a excepción de Año Nuevo, Viernes Santo y Navidad.

Una vez el trabajo de maquetación está realizado y toda la información que han escrito los redactores de este rotativo está lista se manda a la rotativa. Una vez allí llega a preimpresión, donde durante alrededor de tres horas Vicente Román, que lleva una década trabajando allí, junto a su equipo preparan todo para sacar las primeras planchas, que serán las que permitan pasar todo al papel.

Aunque se intenta mandar todo de la forma más correcta posible, algunas veces hay detalles que se necesitan corregir, por lo que llaman al equipo que esté cerrando el rotativo para que lo solucionen. Asimismo, los cambios de última hora en un medio de comunicación afectan a la llegada de las maquetas, ya que se debe cambiar toda una página, por ejemplo.

Una vez todo está perfecto ya se mandan a imprimir las planchas, que realizan el siguiente proceso: tienen que pasar por el film y la troqueladora para finalmente llegar a la reveladora, que sacará una a una. Cabe destacar que son muy importantes los colores a la hora de la impresión. Cada una de estas planchas puede ser en blanco o negro o siguiendo el orden de colores primarios CMYK, que dan lugar al resto de colores.

Cuando se ha finalizado este proceso, que da el ‘esqueleto’ de Periódico de Ibiza y Formentera, se pasa al equipo de impresión. En él cuentan con Joan Torres, quien lleva más de 30 años trabajando y ha visto cómo ha cambiado todo. Antiguamente, según detalla, muchas funciones eran hechas a mano, pero con el avance de las máquinas es mucho más rápido sacar las tiradas. En este equipo también están Guillermo, Carlos, Pablo y Fidel, que trabajan para que todo salga correctamente.

Para poder saber si se pueden imprimir las planchas, este equipo se dirige primeramente al ordenador, donde ven si todo está en orden y lo más importante: ver si la regulación de colores es la adecuada. Guillermo, acompañado de Carlos y Pablo, cuenta que antiguamente tenían que regular a mano estos colores, por lo que el trabajo podía llevar muchas horas, pero ahora con este dispositivo agilizan todo.

Mientras unos se encargan de ver si los colores son los adecuados, otros van montando las planchas una a una en la máquina. Eso sí, en la del color que corresponde para que no hay errores, pues cada una está marcada dónde debe ir.

Cuando todo está comprobado y todo en su sitio es cuando empieza la magia. Las tiradas de Periódico de Ibiza y Formentera empiezan a salir una a una y el equipo va comprobando que estén bien y puedan pasar a la última fase, donde la máquina las conduce hasta arriba para montar los paquetes. Allí, Joan y Fidel están esperando a que lleguen para recoger y colocar los montones, que la máquina distribuye de 25 en 25 para después entregar a los distribuidores.

Los rotativos hechos y entregados dan por casi concluido el trabajo. Una vez el equipo de impresión termina de hacer todas las tiradas se quedan a limpiar las máquinas ya que es necesario que estas tengan una limpieza diaria. Concluido esto, la rotativa cierra hasta la noche siguiente, en la que la magia de convertir lo que escribe el periodista en papel vuelve a retomarse.