Marina Yeste. | Toni Planells

Hace casi tres años, Periódico de Ibiza y Formentera me dio la oportunidad que marcaría el inicio de mi viaje en el mundo del periodismo. Desde mis primeros pasos como periodista recién graduada hasta el día de hoy, he tenido el privilegio de estar al pie de la noticia de la mano de un gran medio de comunicación y en una isla que me vio nacer, crecer, irme y volver de nuevo.

En estos diez años que celebramos en Periódico de Ibiza y Formentera quiero aprovechar, no solo para agradecer que me abriesen las puertas del periodismo, sino también el haber compartido muchas horas de trabajo con grandes profesionales que han sido mi escuela y que han terminado siendo mis amigos. De todos ellos sigo aprendiendo cada día más, compartiendo momentos y, en gran medida, no puedo negar que también son ese aliciente extra para venir a redacción cada día y compartir tiempo con ellos.

Creo que uno de los grandes miedos de cualquier persona que salga de la universidad es enfrentarse a un mundo laboral donde muchas veces se valora más la experiencia frente a la actitud, el potencial y las ganas. Sin embargo, este medio se atrevió a apostar por una joven novata que temía tener que marcharse definitivamente de Ibiza en busca de un futuro que, tal vez, se encontraba en las grandes ciudades. Pero mi caso no fue la excepción, sino que detrás de mi llegaron muchos más jóvenes recién graduados con ganas de hacerse un hueco en un mundo cada vez más complicado. Por ello, además de mis compañeros, creo que sería injusto no mencionar a Juan Mestre, el primer director que me abrió las puertas de esta casa, y a María José Real, la primera directora de este medio y que a día de hoy estoy segura que es una inspiración y ejemplo para todas las mujeres y niñas que sueñan con narrar las historias que suceden en las Pitiusas.

Estoy segura que estos diez años de Periódico de Ibiza y Formentera son solo el comienzo de una larga aventura buscando el foco de la noticia en las Pitiusas.