Antoni Planells, durante la entrevista. | Toni Planells
Antoni Planells Riera (Eivissa, 1970) es el presidente–editor del Grupo Prensa Pitiusa, grupo de comunicación al que pertenece Periódico de Ibiza y Formentera.
— ¿Cómo llega usted al mundo de los medios de comunicación?
— Pues de forma bastante fortuita. Yo vengo de una familia del mundo de la construcción. Mi verdadera vocación siempre había sido la empresa y las ventas. Después de estudiar, con 23 años, empecé a trabajar como responsable de ventas de unas promociones familiares en los años 93/94. Estábamos en mitad de una profunda crisis del sector y turística. No pasaba ni un alma por la oficina de ventas. Y yo, que era y soy persona de empuje y movida, me dediqué a buscar medios y soportes nacionales e internacionales para anunciar las promociones. Pero ni por esas. Al poco tiempo me incorporé al servicio militar y tuve claro que aquello de trabajar para la familia y el sector no era lo mío. Estaba muy equivocado también, pero esa es otra historia. Y un día un arquitecto técnico de nuestra empresa, que conocía mi situación, me dijo que en un medio local buscaban un responsable de publicidad. Aquello encendió algo dentro de mí. Y ‘el mundo de los medios’ me resultaba sugerente: libertad fuera del control parental, independencia, acceso a sitios inaccesibles, a otras personas, conocer otro tipo de gente … Así que probé y me cautivó. A partir de ahí supe, sin dudarlo, que aquello era lo mío y en un par de años empecé con las empresas. Decir también, en honor a la verdad y agradecimiento a ellos, que la familia, viendo que era lo que me gustaba, también me ayudó mucho para iniciar esta aventura.
— Entiendo que entonces aún no estaba en sus planes editar un periódico escrito de forma diaria. ¿Cómo nace la idea de Periódico de Ibiza y Formentera?
— Una vez dentro del sector y la dinámica propia del grupo en el que ya teníamos todos los medios y empresas relacionadas, es decir, producción, transporte y difusión de señales, televisión, radio y prensa semanal, lo único que nos faltaba era un diario. Y viendo la necesidad que había en las islas de tener otra referencia informativa impresa potente, contacté con la familia Serra, reconocidos empresarios y editores de medios del sector balear con el Grupo Serra, a la que tengo que agradecer su inestimable ayuda y colaboración para llegar hasta aquí, sin la cual hubiera sido imposible. Nos surgió la oportunidad de editar Periódico de Ibiza y Formenteradesde la cabecera de la ‘extinta’ Ultima Hora.
— ¿Qué balance hace de estos diez primeros años de vida de Periódico de Ibiza y Formentera?
— Muy positivo a nivel empresarial y un poco distópico y surrealista a nivel informativo. Porque nuestra función esencial y razón de ser es la información. Y la verdad es que hemos tenido una década prodigiosa en cuanto a informaciones y sucesos se refiere: el ‘caso Verano Azul’ con la sucesión de guasaps y la crisis de las tres alcaldesas en Vila, el ‘caso subvenciones’ de Alfonso Molina, una crisis covid que cambió el mundo, el ‘caso mascarillas’, la rocambolesca y esperpéntica situación política en Formentera, una creciente turismofobia impensable hasta hace poco o la actual crisis de la vivienda. Estos 10 años son un corto periodo de tiempo que han transformado nuestro modelo de vida, nuestra consciencia, la manera de percibir, interpretar y relacionarnos con nuestro entorno a todos los niveles.
— ¿Se han superado las expectativas que usted se marcó en su día?
— Han tardado un poco más de lo que pensaba, pero se han superado ampliamente en todos sus aspectos. Tanto a nivel de posicionamiento mediático como de empresa. Tenemos un pequeño y humilde grupo de comunicación local, pero que es la principal fuerza mediática e informativa en las Pitiusas. Que contribuye, enriquece y aporta valor a nuestra sociedad. Sin más, esto ya supera todas mis expectativas.
— ¿Qué retos supone editar un medio de comunicación como Periódico de Ibiza y Formentera?
— Que estemos operativos 24 horas al día y los 365 días al año pendientes de cualquier noticia que resulte de interés para nuestros lectores supone un alto nivel de exigencia y tensión informativa. De nosotros en buena parte depende cómo se ven e interpretan las cosas y la realidad en nuestro entorno. Es una responsabilidad muy grande.
— Hace años que se vaticina el final de la prensa escrita. ¿Qué futuro tiene un medio como Periódico de Ibiza y Formentera en un mundo cada vez más digital?
— Yo no le veo un final, siempre habrá papel o por lo menos nos quedan muchos años de papel por delante. El papel es un hábito, es un acto de fe. Utilizo esta terminología en el sentido de los documentos que firmamos en el notario o el propio Registro son en papel. ¿Por qué no son todos digitales cuando podrían? ¿Hábito, costumbre, tangibilidad? No lo sé. Ciertamente el papel está ahí, lleva más de dos mil años entre nosotros. Lo podemos ver, tocar y guardar. Lo digital, a pesar de que se puede hacer casi lo mismo, se visualiza aún como algo más etéreo, más vano, con sus ventajas que también las tiene, por supuesto. Lo que sí ha habido y seguirá produciéndose es una reconversión y reubicación del sector de los medios incesante e imparable, no solo en la prensa impresa. Tenemos los equipos, equipamiento y disponemos de los medios, pero las plataformas desde las que se difundan estos contenidos serán las que nos harán optar por las más acordes con nuestro tipo de público o accesibilidad. Hoy hay una oferta mucho más amplia que nunca. Podemos acceder de forma intuitiva a todos los contenidos que nos interesan. Es más, de forma automática internet nos ofrece esta posibilidad en base a nuestras experiencias de navegación, pero también es tanta la oferta, que muchas veces preferimos que sean los prescriptores asentados, reconocidos y con acreditada solvencia los que nos ofrezcan los contenidos importantes. Habrá papel, pero será para contenidos más reposados y sobre todo procesados, disertados e incluso analizados para el lector. Y que puedan recibir una lectura más sosegada y reflexiva que nos pueda llevar al disfrute o análisis que la inmediatez que impera hoy en las noticias no nos permite al ser una sucesión continua donde una información anula a la posterior. El análisis y reflexión sobre lo que leemos y con lo que nos conformamos nuestra opinión merecen sosiego, tiempo y reflexión.
— ¿Qué ha aportado Periódico de Ibiza y Formentera a la sociedad pitiusa?
— Espero, de corazón, que haya sido algo positivo. El simple hecho de que una sociedad disponga de una mayor pluralidad informativa es ya de por sí una gran aportación. Nos enriquece como democracia y sociedad. Nos ayuda a complementar y formar nuestra visión y opinión sobre nuestro entorno más inmediato. No concibo ninguna democracia ni avance social sin medios y libertad de prensa. A la vez, creo que hemos aportado frescura, dinamismo y tensión informativa, nuevas referencias editoriales, de opinión y de diferentes puntos de vista. Una diversidad y pluralidad que se refleja en la conformación de la propia sociedad. Respetando escrupulosamente información, opinión y entretenimiento.
— Ibiza es una isla pequeña en la que se editan dos cabeceras diariamente. ¿Es buena esta competencia?
— Es buena y hasta muy necesaria. La pluralidad y diversidad enriquecen a nuestra sociedad en tanto en cuanto la misma no está cortada por un mismo patrón. Lo digo más como ciudadano que no desde el punto de vista de un empresario de medios que pretendiese copar el mercado, ya que el interés social debe prevalecer sobre el económico, incluso en nuestro caso. Nuestra responsabilidad está imbricada en nuestra génesis, debe estar muy por encima de nuestros intereses económicos. Lo que no quiere decir que estos no sean muy importantes, pero deben estar subordinados, sin duda, al servicio público que prestamos a nuestra sociedad, a la que nos debemos en última instancia.
— Usted, como editor, es quien marca la línea editorial del periódico. ¿Siempre ha tenido claro cuál era el camino a seguir?
— Absolutamente y de forma clara. Soy firme en los principios y valores que rigen nuestros medios. Tenemos una línea editorial muy clara, independiente de cualquier poder, con una vocación de servicio público que se sustenta en nuestra realidad social y económica. Somos un grupo liberal en lo económico, conservador en nuestros valores identitarios y avanzados en lo social. Apoyamos firmemente a nuestros autónomos, empresas y al sector turístico en general, como único y exclusivo motor de progreso y desarrollo social en nuestro entorno. Reconocemos nuestras islas con sus hechos diferenciadores y singulares, su idiosincrasia, lengua, cultura y tradiciones. En la misma forma que creemos que la Administración debe ser la máxima garante de unos servicios sociales que otorguen los mismos derechos a todos sin distinción y dignifiquen y asistan a todas las personas que por cualquier necesidad precisen de ellos, sin límite alguno más que el uso fraudulento o el abuso que castiga a todos los demás y visualiza la injusticia que supone.
— ¿Recibe muchas llamadas de políticos o empresarios que intentan influir en lo que se publica en Periódico de Ibiza y Formentera?
— Como tal la verdad es que no. Unos pensarán que no lo necesitan, otros que no pueden y otros que no deben. Y más que llamadas lo que entiendo que sí puede haber, de hecho, las hay, son actuaciones mucho más sutiles o incluso sibilinas para intentar indicarte el camino a seguir. Otras actuaciones, mucho más procaces y de diferente procedencia se esmeran en sus esfuerzos coercitivos. Algunos, por ejemplo, no solo negando o reduciendo la publicidad a los medios de este grupo, infringiendo la ley de publicidad institucional o falseándola a su torticera voluntad, sino incluso desde las altas instancias que han ocupado u ocupan como ‘servidores públicos’ injiriendo en otras empresas de este grupo de diferente actividad mediática pero vinculadas, por ejemplo, para evitar, dentro de la actividad privada que es incluso más pernicioso, que nos den obras en algunos casos o que estas se malogren en otros. Otro ejemplo visible días pasados ha sido el ataque pidiendo la anulación del Ibiza Global Festival en Sant Antoni. Sin entrar en si es peor o mejor, ¿usted cree que si fuera un festival de la SER o de la radio de música electrónica vinculada a nuestra competencia pedirían lo mismo? Está claro que no. Unas veces unos levantan la perdiz y otros disparan y otras se intercambian los papeles, travistiendo los temas como de gran interés interés social y enorme escándalo y ocupando cada uno su sitio en un intercambio de favores. El objetivo final es anular nuestro poder informativo, nuestra sumisión o en el peor de los casos nuestra desaparición. Hasta ahora vienen errando el tiro y hasta es posible que algún día a alguno le explote la escopeta en la mano. Bien es verdad que no son solo políticos, hay también otros poderes, incluso mucho más peligrosos, que pretenden ser únicos y exclusivos. El poder de los medios debe ser el poder alternativo del control y la fiscalización a la acción pública, pero ni debe ser único ni mucho menos exclusivo. Y así llevan algunos poderes políticos y fácticos confabulando con casi 30 años de injerencias más o menos activas según el momento. Pero casi todos los que me conocen saben que no me desaliento ante estas. Ni tan siquiera tras algunas de estas manifestaciones que sé perfectamente las repercusiones que podrán tener las mismas.
— ¿Cuántas veces le han intentado comprar la cabecera?
— Algunas. Y el grupo, bastantes.
— Entiendo que todas las veces ha dicho que no. ¿Por qué?
— No querría dar tanta alegría a algunos. (risas) Es broma. Sinceramente y de forma reflexiva y con la mano en el corazón lo digo: porque en algunos casos que podría habernos interesado la propuesta económica, aun a riesgo cierto de equivocarme, me dolía en el alma y en todo mi ser pensar la posible finalidad de estos medios y las consecuencias que se podrían derivar o producir con esta hipotética venta. Por responsabilidad, por ibicenquismo, por amor a mi tierra, a mi gente, a mi familia, a todo lo que soy y represento y por respeto a mí mismo. Mañana Dios y el tiempo dirán.
— Usted es muy crítico e inconformista. ¿Dónde está el margen de mejora del Periódico de Ibiza y Formentera?
— En todo. Todo es mejorable desde un punto de vista crítico e interés en evolucionar y mejorar cada día. El margen de mejora debe venir de la optimización de los procesos y recursos productivos. Yo reconozco que no puedo muchas veces ver la TEF ni escuchar Ibiza Global Radio ni leer las últimas noticias de periódicodeibiza.es. ¿Por qué? Por que no lo veo o no sé verlo igual que un espectador, oyente o lector de forma asertiva. Si no es una falta de ortografía es una noticia que no ha salido o es un posible fallo en el enfoque de una cámara o un posible fallo de sonido en la radio. En resumen, que para intentar desconectar en ciertos y necesarios momentos, muy pocos, desconecto literalmente de todos los medios, especialmente los nuestros. Dicho esto, he de reconocer nuestra gran suerte por todo el equipo humano que tenemos, absolutamente implicado y responsabilizado en sus funciones, que sabe minimizar o corregir cualquier posible fallo para que este no sea visible o perceptible para la audiencia.
— Desde principios de año María José Real es la directora del Periódico de Ibiza y Formentera. Una joven periodista que trabaja en él desde su fundación hace diez años. ¿Por qué confió en ella para otorgarle la dirección de la nave?
— En primer lugar, por sus extraordinarios valores humanos y su compromiso social, más allá de lo exigible a cualquier director de un periódico, su más que acreditada solvencia periodística, su capacidad de liderazgo de los equipos humanos y su visión estratégica y reflexiva para discernir lo verdaderamente importante de lo recurrente. Además, desde que está en la casa ha ocupado todos los puestos de responsabilidad, desde redactora, jefa de redacción, subdirectora y ahora, cuando hemos considerado que estaba en su plenitud profesional, la hemos nombrado directora. Ha sido una persona que ha estado creciendo y madurando profesionalmente en la casa desde sus inicios.
— Grupo Prensa Pitiusa es un grupo de comunicación con capital 100 % ibicenco. ¿Cuál es la fórmula de su éxito?
— Que el capital sea 100 % ibicenco no sé si es un éxito o supone la constatación de una mala idea como empresa…(risas). Me remito a la pregunta de la venta. Es 100 % ibicenco porque así lo hemos querido. Nosotros, mal que les pese a unos y les alegre a otros, somos ibicencos de 8 apellidos. Llevamos Ibiza en el alma y en el corazón. Creo que el mejor o los mejores que pueden o deben guiar los designios de un pequeñito grupo de comunicación local como este, deberían ser al menos ibicencos. No digo de 8 apellidos, digo ibicencos por su conocimiento, respeto y estima a esta tierra y su gente. ¿Y la fórmula de éxito? Errores y errores con algún pequeño acierto, sacrificio y más sacrificio que la mayoría de las veces se cobra con la vida familiar. En mi caso, sobre todo, con mis dos queridísimas hijas, Alba y María, con las que muchas veces querría compartir más tiempo en su vida. Muchos días y muchas horas, mucha atención en todo, esfuerzo constante e intenso. Y por supuesto, la respuesta en la confianza y fidelidad de nuestra audiencia y anunciantes que son los que en último caso nos han dado su respaldo para llegar hasta aquí. Y desde aquí les agradezco también infinitamente su confianza que esperamos nunca defraudar.
— En esta aventura empresarial está acompañado por su hermano, todo un baluarte para usted.
— Lo es. Además, Pepe es mi hermano mayor, lo que le confiere mayor ascendencia en todo sin estar en mi puesto (risas). Él, además de socio, lleva desde siempre la dirección general comercial del grupo. Un puesto de enorme responsabilidad que representa el motor de la empresa, ya que el medio propiamente sería el chasis. Y un motor sin chasis o un chasis sin motor no son más que chatarra. Y a la vista está, con todas las mejoras que siempre se pueden implementar y teniendo en cuenta la tipología de empresa que somos, que de forma más o menos exitosa. A él y a su excelente equipo también agradecerles su esfuerzo y sacrificio, además de aguantarme y tenerlo siempre a mi lado.
— ¿Qué retos tiene por delante Periódico de Ibiza y Formentera?
— Muchos retos. Es un día a día, hora a hora y minuto a minuto. Pero de forma más estratégica y a medio plazo y una vez que estamos al nivel de nuestro principal competidor en cuanto a difusión, un hecho histórico y que era nuestro principal objetivo, intentaremos no solo mantenerlo sino mejorarlo y, sobre todo, aumentar la difusión digital de periodicodeibiza.es fuera de la isla. Queremos ser un escaparate, una ventana abierta de par en par junto al resto de medios digitales que tenemos, de esta isla. Ese será a partir de ahora nuestro principal objetivo. Para ello, estamos preparando sacar en breve diversas novedades y complementos recurrentes que esperamos capten la atención de nuestras audiencias.
— La falta de vivienda asequible se ha convertido en el gran problema a resolver por nuestros gobernantes. Mientras, en los alrededores de la ciudad de Ibiza han proliferado asentamientos de caravanas, chabolas y tiendas de campaña. ¿Cómo lo ve?
— (Se lo piensa) Esta pregunta sería mejor hacérsela a nuestros responsables políticos. Francamente, muy mal. Es la constatación visual de un fracaso político y social que no viene solo de ahora. Ibiza es un entorno limitado, complicado y sensible en varios aspectos que por conocidos obvio detallar aquí, pero no puede ser que por un lado necesitemos y se pidan más viviendas y por el otro haya algunos colectivos o entidades que no quieren más construcción, muchos de estos últimos sorpresiva y paradójicamente los que más reclaman a la Administración soluciones al problema de la vivienda. Es una incongruencia imposible de simultanear. Por otra parte tengo claro que no podemos acoger a todos los que quieren venir a Ibiza y seguir creciendo a demanda de estos de forma ilimitada en el espacio y tiempo. Esto nunca terminaría. En cuanto a la gente que viene en temporada a trabajar o bien tiene vivienda propia o bien proporcionada por la empresa o no podrá venir. Así de sencillo. Será un tema de ver si se da mayor importancia a posibilitar vivienda a los trabajadores o a sacarlas al mercado vacacional o alquiler. No podemos querer tener todo ilimitadamente. Esto no es óbice, para que la administración trabaje, con mucha mayor celeridad para conseguir suelo para vivienda asequible conforme a nuestro crecimiento y techo poblacional. Ya que observo que están actuando con determinación lo rápido que les permite el sistema. Rápido pero muy lento a la vez para lo que requiere el estado actual de nuestros problemas. Cuando llega el remedio o la vacuna tenemos ya otra enfermedad mutada. Deberemos definir entre todos los actores principales dónde queremos o necesitamos llegar y hasta dónde podemos permitirnos llegar. Lo que sí tengo claro es que, de alguna forma, la mejor, la más sensible, la más empática y humana, debemos erradicar y evitar el chabolismo y las infraviviendas. Sería el fin de esta isla como el prestigioso destino turístico que aún es y que tanto esfuerzo y sacrifico ha costado para llegar hasta aquí. No por esta situación en concreto, sino porque esta misma situación conllevará otras muchas sucesivas mucho peores y más difíciles de erradicar. Es su evolución lógica y natural. No podemos permitir que algunos se cubran con la falsa bandera de la protección social para campar y acampar a sus anchas y tenemos que saber discernir entre quienes necesitan protección y quienes quieren solo aprovecharse del sistema.
— Las protestas de los ibicencos en contra de la saturación que provoca el turismo son cada vez más evidentes. ¿Hay que poner límites?
— Yo era de los que decía que los límites los pone el mercado en su oferta y demanda. Pero creo que estaba un poco equivocado, por lo menos en lo que se refiere al momento y circunstancias actuales. No sé si tanto poner límites al turismo, que es muy peligroso, como poner límites o erradicar toda la oferta ilegal existente en la isla, que es mucha y abarca ya a casi todos los sectores económicos sin exclusión. ¿Qué aporta la oferta ilegal a nuestra isla y sociedad? Absolutamente nada positivo: no pagan impuestos, es una oferta fuera de control y, por lo tanto, también peligrosa o nociva, no aportan valor añadido y consumen recursos por igual si no más. Por poner un ejemplo: si en Ibiza tenemos 100.000 plazas hoteleras y somos 160.000 residentes, ¿cómo es posible que en agosto lleguemos a más de 350.000 personas? Tenemos un problema no solo de vivienda o saturación viaria, sino también de otros recursos que no son ilimitados. Estos problemas no han surgido en un año, llevan tiempo larvándose sin que nadie haya hecho nada. Y veo ahora al menos actuaciones valientes y decididas, tanto a corto como largo plazo, por parte de Vicent Marí en el Consell d’Eivissa con la regulación en la entrada de vehículos, entre otras medidas, y del Govern de Marga Prohens buscando soluciones ante la creciente turismofobia con actuaciones consensuadas entre los principales actores de Baleares. Ello me produce cierta esperanza en poder reconducir la situación en beneficio de estas islas. Pero quiero incidir también que la responsabilidad no es solo política. Los diferentes agentes económicos, sociales y empresarios del sector tendrán que saber que estamos viviendo otro momento de profundos cambios sociales, que de afrontarse bien puede suponer un importante revulsivo y de errarse la ecuación, los daños podrían resultar muy graves e incluso irreversibles. La colaboración público-privada se deviene transcendental. Unos y otros deberán ir de la mano ofreciendo lo mejor de cada parte. Ibiza es lo que es y está donde está gracias a todos ellos sin exclusión y ningún sector puede quedar excluido de esta nueva etapa que se debe afrontar sin más dilación. Empatía, solidaridad y sobre todo reversión y sensibilidad perceptible en y para su entorno social, sobre todo desde aquellos sectores que resulten más molestos o controvertidos por su actividad, serán acciones y sensibilidades a tener muy en cuenta.